Con Hitler empezó todo
Ralph H. Baer nació el 8 de marzo de 1922 en Alemania. En 1933 con el ascenso de Hitler en la política alemana, Baer fue trasladado a una escuela creada solo para judíos. Tres años después sería expulsado y, ante una situación difícil, la familia decidió trasladarse a Nueva York (Estados Unidos) en 1938. Un hecho que les salvó la vida, ya que a los dos meses del traslado ocurrió la fatídica “Noche de los cristales rotos”. Esa noche fue el paso previo al Holocausto, en el que se perseguiría a los judíos, política y económicamente. No solo eso, ya que se buscaba la pureza en la raza aria, por lo que gitanos y otros colectivos también eran perseguidos. Por ejemplo, se detenía y ejecutaba a los hijos de matrimonios judío-alemanes, llegando a aprobarse leyes que prohibieran el matrimonio entre judíos y otras personas que no lo fueran.
“La noche de los cristales rotos” comenzó el 7 de noviembre de 1938. Cuando en París es asesinado Ernst Vom Rath, secretario de la embajada alemana en Francia. Se culpó del asesinato a un judío polaco de origen alemán que enervó a las autoridades alemanas. La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 las tropas de asalto de la SA, la SS, la SD y la Gestapo, junto a los civiles de las juventudes hitlerianas, saquearon y destrozaron propiedades judías. Hospitales, colegios, edificios, sinagogas y tiendas fueron quemadas o destruidas con mazas. 91 ciudadanos judíos fueron asesinados a golpes y 30.000 fueron sacados a la fuerza de sus casas y detenidos. La mayoría fueron deportados a campos de concentración donde murieron.
El país de las oportunidades
La familia Baer llegó a Estados Unidos, pero no tenían una economía lo suficientemente buena. Baer realizó un curso por correspondencia, graduándose en 1940 como ingeniero de radio. Durante tres años trabajo como instalador de radios, hasta que en 1943 fue llamado a filas por el ejército americano. Su destino fue Francia, donde trabajo en inteligencia militar. Ser soldado le permitió poder entrar en la universidad, becado por el programa G.I. Bill of Rights. Se graduó en 1948 en Ingeniería de la Televisión, siendo parte de la primera promoción de la historia. Entró a trabajar en 1950 en Loral, creando y diseñando televisores junto a Leo Beiser. Aquí empezó a trastear con la interacción de este medio pasivo. Tuvo la idea de crear un juego interactivo para diferenciar los televisores de Loral de la competencia, pero su jefe no le vio futuro.
Cambió de empresa siendo contratado por Transitron, una empresa dedicada a la electrónica militar. Estuvo 15 años consiguiendo ascensos gracias a su duro trabajo. Hasta que en 1966 se incorporó a la empresa Sanders Associates, una contratista de defensa. En agosto de ese año en una estación de autobús, mientras esperaba a su compañero vio claro que la televisión se podía usar como medio activo. Así que en septiembre diseñó un circuito básico junto al técnico Bob Tremblay. Consiguieron mostrar dos puntos en pantalla con los que se podía interaccionar. El proyecto que habían hecho en su tiempo libre se lo mostraron a Herbert Campman (director de R&D). Este se mostró encantado y esperanzado en que el proyecto no se quedara solo en dos puntos. Le cedieron un departamento a Baer y una inversión en su proyecto de 2.500$.
Brown Box
Baer contrató a dos técnicos Bill Harrison y Bill Rusch, este último propuso realizar un juego de preguntas y respuestas. Para ello usarían vídeos en los que se marcaban puntos codificados para las respuestas. Además se les ocurrieron 21 videojuegos y funciones adicionales, entre los que había un sistema de grabado de anuncios que permitía acceder a ellos fácilmente. Incluso acoplándole el auricular de un teléfono podrías hacer un pedido (inventó lo que hoy conocemos como “Amazon“). En 1968 completaron la primera consola, conocida como Brown Box, que incluía un rifle de luz creado por Bill Harrison. Este invento permitió aumentar la inversión para el proyecto en 8.000$ más.
Baer le enseñó a Campman la consola para empezar a producirla, pero Sanders Associates no era una empresa de consumo electrónico. Así que Baer tuvo que buscar un socio dispuesto a producirla. La mostró a diferentes operadores de televisión por cable y fabricantes de televisores. En la demostración usaron como muestra Table Pong, una especie de juego de tenis con tres puntos. La máquina llamó la atención de TelePrompTer y cuando consiguieron un principio de acuerdo, se tuvo que romper por la crisis de las operadoras por cable de finales de los 60.
El segundo intento fue con algún fabricante de televisores, entre ellas estaba RCA y su representante Bill Enders. Enders quedó prendado por el proyecto y no consiguió cerrar un acuerdo. Enders dejó la compañía para recalar como vicepresidente de marketing en Magnavox. Este convenció a Gerry Martin, vicepresidente de marketing de la división de televisores para que viera una presentación de la Brown Box.
La unión hace la fuerza
La presentación se realizó en la sala de reuniones principal de Magnavox en Fort Wayne, Indiana. Se usó para la demostración una televisión de 19 pulgadas que Baer conectó a la Brown Box. En la mesa de conferencias había mucha gente con tono serio y bastante desidia hacía el proyecto. Baer sacó la escopeta de luz y un accesorio con forma de palo de golf. Empezó la presentación y Martin vislumbró un nuevo mercado que se abría para Magnavox. No tardó en convencer a los directores generales de Magnavox, asociándose en 1971 a Sanders Associates.
Baer empezó a trabajar con los ingenieros de Magnavox y toda la circuitería que formaría la Magnavox Odyssey. Decidieron abaratar costes y para ello quitaron la circuitería destinada al color y cambiaron los interruptores de selección de juego por “Jumpers”. Lo siguiente fue decidir qué juegos desarrollarían y los overlays coloreados que incluirían. Los Overlays son láminas de plástico semitransparentes que simulaban los fondos, ya que no podía proyectar imágenes en pantalla. Estos se ponían delante de la pantalla, manteniéndose pegada a ella por la electricidad electromagnética que producían los televisores de tubo.
En otoño de 1971 se completó el primer prototipo de la unidad 1TL200. George Kent la llevó a los laboratorios de FCC (Washington) para que pasara las pruebas de emisiones de radio y tras el aprobado entró en producción. Los medios de prensa de electrónica de consumo se hicieron eco del producto misterioso de Magnavox. Esto creó mucha especulación y expectación, por lo que en 1972 se ofrecían demostraciones privadas para distribuidores y prensa. En la demostración que se realizó en Silicon Valley (San Francisco) estuvo presente Nolan Bushnell, fundador de Atari.
A juicio
Nolan Bushnell siempre negó haber estado en la presentación, pero aparecía en la lista de dicho evento. Baer denunciaría a Bushnell por robarle su idea, ya que Atari había creado un clon de su Table Tennis, conocido como Pong. A esta primera denuncia añadirían una segunda por las patentes de su consola. El valor total era de una demanda a Atari por 1 millón de dólares. La cosa estuvo muy tensa y parecía inmersa en acabar siendo el primer encuentro en los tribunales en la historia de los videojuegos.
Bushnell ideó una estrategia muy beneficiosa para los intereses de Atari, por lo que llegaron a un acuerdo, en que le pagaban la licencia para usarla. Incluyendo una clausula que obligaría a Baer a denunciar a todas las compañías que violaban esa patente. Un hecho que acabó desgastando a Baer y que permitió sacar del mercado a toda la competencia de Atari.
Magnavox Odyssey
Magnavox Odyssey era blanca y negra e incorporaba 2 mandos independientes basados en 3 botones rotatorios cada uno de ellos. Con el pack normal tenía un coste total de 99,95$ (550$ actuales). El rifle había que comprarlo aparte por 25$ (133$ actuales) y se esperaba el lanzamiento de un lote de Overlays extra. La consola tenía una estructura híbrida de circuitos analógicos y digitales con resistencias y condensadores. Estos solo dibujaban puntos en la pantalla, que se desplegaban o se apagaban y encendían. Los cartuchos no incluían los juegos, ya que lo que hacía era activar y desactivar interruptores, dependiendo de la necesidad del juego.
Los juegos que encontrábamos en la consola básica eran: Tenis mesa, Tenis, Fútbol americano, Fútbol, Esquí, Cat and Mousse, Submarine, Haunted House, Analogic, Roulette, States y una versión del Simón Dice. Algunos juegos además de tener su propio Overlay, requerían de elementos como dados, billetes y cartas. Con el rifle de luz se incluían 4 juegos: Shootout, Shooting Gallery, Prehistoric Safari y Dogfight
En 1972 se vendieron 130.000 consolas y 20.000 packs con el rifle. En los tres años siguientes se vendieron 200.000 consolas y 50.000 packs con el rifle. Tuvo un gran boom, pero se fue desgastando, principalmente por culpa de Magnavox. La consola solo se vendía en las tiendas franquiciadas de la compañía, y en sus anuncios siempre se mostraban con sus televisores de 18 y 25 pulgadas, dando a entender que solo funcionaba con ellos, por lo que parecía una inversión grande para el cliente, que no estaba dispuesto a comprar consola y televisor. Algo que mosqueó a Baer, quien intentó por todos los medios que esa percepción no se plasmara en los anuncios.
Distribución y Clones
Magnavox no podía costear un lanzamiento mundial, por lo que tuvo que vender las licencias a otras empresas. Esta situación hizo que Magnavox Odyssey no se lanzara en todos los países, entre ellos España, Suecia y Argentina. Estos países sí que tuvieron versiones clónicas de la consola, como: Overkal, Kanal 34 y Telematch de Panoramic. La Overkal tiene el privilegio de ser la primera consola de la historia fabricada en Europa y la primera consola clónica.
La Overkal fue creada en 1973 y fue puesta a la venta en 1974 por la empresa barcelonesa Inter Electrónica, S.A.. Se podía comprar en El Corte Inglés o por teléfono a un precio de 9.400 pesetas. El diseño de la misma fue elogiado por el propio Baer como “inteligente”. Los juegos estaban integrados en la consola mediante interruptores. Los mandos iban conectados directamente a la consola. La original usaba puertos que acababan fallando.
Trascendental para el futuro
Magnavox Odyssey es la primera consola doméstica de la historia y no solo eso, también fue un germen para revitalizar el hundido mundo de los videojuegos. Este llegaría con la compra de una licencia en 1977 por parte de una compañía japonesa. Esta explotaría la tecnología de Baer y la inspiró para lanzar una consola en pleno hundimiento del mercado de los videojuegos. Pero esa es otra historia que no desvelaremos, porque antes tenemos que conocer la importancia de Atari para el sector.
La figura de Baer hoy en día es reconocida en la industria del videojuego. Falleció el 6 de diciembre de 2014. Su obra se encuentra salvaguardada en el Smithsonian National Musseum of American History. Allí podremos encontrar sus apuntes originales, la consola con la caja original y una recreación perfecta de la habitación donde trabajaba sus ideas.
Referencias
- La Guerra de los videojuegos, documental de Canal Historia.
- New Súper Juegos, Retro archivo “Magnavox Odyssey: El sueño de una tarde de verano”. D e Marçal Mora.
- Wikipedia “La noche de los cristales Rotos”.