Las tres primeras entregas se lanzaron para NES, siendo un éxito para SquareSoft. Ésta quería internacionalizarse para estar al nivel de las grandes desarrolladoras japonesas. Sus títulos, a partir de entonces, empezarían a comercializarse bajo su sello en el resto del mundo. Este desembarco acompañó a la nueva consola de Nintendo, Super Nintendo. La consola requería de más trabajo al ser más potente que su antecesora, por lo que se tuvo que ampliar la plantilla con dos nuevos nombres: Yoshinori Kitase y Tetsuya Nomura, que marcarían el desarrollo de Final Fantasy VII. Aunque antes, sus trabajos se verían reflejados en la segunda trilogía.
Yoshinori Kitase
La llegada de Yoshinori Kitase a SquareSoft fue accidentada, creando diversidad de opiniones. Ingresó en la compañía gracias al anuncio que encontró en una revista de videojuegos, donde se pedía gente para un nuevo proyecto de Game Boy, una portátil que en los noventa tuvo un tremendo éxito comercial. SquareSoft quería aprovechar dicho éxito para lanzar un juego de Final Fantasy, así que formó un pequeño equipo que trabajaría en paralelo al equipo de la cuarta entrega. El juego se lanzó con el nombre Final Fantasy Legends.
Kitase era un estudiante de animación 2D, que estaba completamente fascinado con los efectos especiales de Star Wars. Su admiración por los efectos Stop Motion fue creciendo. El Stop Motion permite dotar de movimiento a objetos inanimados, fotografiándolos en diferentes posturas para simular movimiento. Llegó a trabajar para la televisión, realizando anuncios y programas infantiles. Ante la oferta que encontró en la revista, decidió enviar un vídeo, inspirado en el videoclip “Thriller” del cantante Michael Jackson. La directiva lo consideró de mal gusto, pero algo vio Sakaguchi que exigió su contratación. Fue fundamental en Final Fantasy V, ya que explotó el Mode 7 de Super Nintendo.
Final Fantasy IV
En 1991 se lanza la cuarta entrega y la primera para Super Nintendo. Se caracteriza porque es la primera en la que sus personajes tienen nombres. Ya no son desconocidos, sin padres a los que tenemos que bautizar. Sakaguchi sigue las pautas marcadas por Torishima para crear las historias. Está considerado como uno de los mejores RPG de la historia y de la saga. Uematsu compone una banda sonora más compleja, gracias al chip de música que permite crear MIDI con diferentes instrumentos. En el apartado gráfico, no sale muy airoso, aun usando el Mode 7 que aporta cosas no vistas antes. Era una técnica de simulación 3D que incorporaba Super Nintendo y que la diferenciaba de su rival directo Mega Drive.
Una de las grandes novedades jugables es el sistema ATB (Batalla en Tiempo Activo), diseñado por Hiroyuki Ito y Akihiko Matsui. Este permite ordenar acciones dependiendo de una barra que se irá rellenando en tiempo real. Las clases se vuelven a olvidar, solo quedando los puntos de experiencia, que ganaremos venciendo en los combates. Hay un total de 12 personajes que se unirán a nuestra historia, 8 de los cuales podrán lanzar magias. Las magias se clasifican en 4 grupos: Blanca, Negra, Ninjutsu e Invocaciones. Además encontramos un Chocobo evolucionado de color negro. Su característica principal es que puede volar.
La historia nos lleva a conocer a Cecil Harvey, un caballero Oscuro que capitanea las “Alas Rojas”, la flota más poderosa del mundo. Entre sus soldados se encuentra su amigo de la infancia Kain, un soldado “Draconarius”. El rey de Baronía, lleva tiempo ordenándoles misiones violentas, extralimitándose. Así que Cecil se reúne con él, para debatir sus intenciones. Este lo considera un desacato y los envía al lejano pueblo de Mist con la misión de entregar un anillo. Al llegar al pueblo, el anillo invoca a unos monstruos conocidos como Boms. Estos destruyen el pueblo y dejan como única superviviente a una niña llamada Rydia. Los dos amigos deciden no volver a Baronía y cuidar de la niña, pero el destino los separará.
Por la mayor capacidad del cartucho de Super Nintendo, la aventura sucede en un planeta similar al nuestro, conocido como Planeta Azul. Exploraremos su parte terrestre, que estará formada por un continente y tres islas. Los efectos devastadores de los cristales nos permitirán explorar el interior, gobernado por el rey Giot y los enanos. En el tramo final visitaremos su luna, un mapeado más pequeño, pero en el que visitaremos la caverna de Bahamut.
Tetsuya Nomura
Es una de las personas más importantes en la actual Square Enix, y entró en la compañía por su admiración hacia Amano. Nomura nació en Kochi, en la isla de Shikoku, rodeado de naturaleza. Siendo un bebé ya empezaba a dibujar, extendiéndose su afición hasta primaria. No había espacio en sus cuadernos para los personajes manga que él copiaba. En secundaria se familiarizó con las reglas, creando sus propios juegos de mesa. Cuando empezó el instituto, se buscó un trabajo en una tienda de juguetes. Allí, gracias a sus clientes, descubrió la saga Final Fantasy. Su intención era dedicarse a la publicidad, pero su profesor lo comparó con Amano.
Un día, mientras miraba una revista, vio una oferta de trabajo de SquareSoft. Lo que le llamó la atención fue la ilustración de Amano. Enseguida se acordó de las palabras de su profesor y mandó una solicitud, aunque no para ilustrador, sino para testear Final Fantasy IV. Llegó con el juego prácticamente acabado y participó junto a tres compañeros. Aprovechó su estancia en la compañía para presentar algunos bocetos a Sakaguchi, que no dudó en encargarle el diseño de los monstruos de Final Fantasy V. Su gran obra es Kingdom Hearts, pero eso es otra historia.
Final Fantasy V
Un año después aparecería la quinta entrega, que se desarrolló en paralelo a Dragon Quest. En el equipo se respiraba mucha tensión por lo que Enix estaba creando. Es el último Final Fantasy dirigido por Sakaguchi, que a partir de entonces firmaría como productor. Para esta entrega se vuelve al sistema de trabajos que incorporó la primera y tercera entrega. Hay 22 oficios, que otorgarán habilidades especiales, que dependerán de nuestro nivel recompensándonos con más habilidades.
La historia girará en torno a cuatro cristales, que representan la tierra, el viento, el agua y el fuego. Sin ellos, esos elementos dejan de existir y romperían el equilibrio del mundo. Entre nuestros héroes se encuentran la princesa Lenna, el caballero Bartz, que monta un Chocobo, un anciano conocido como Galuf y un pirata al que una bestia marina transporta su barco. Los cuatro deberán impedir la destrucción de los cristales, en contra de una vieja profecía. La rueda del destino empezó a girar cuando calló un meteorito y rompió el cristal del viento.
Hay tres novedades jugables en la historia: las misiones secundarias (que se van desbloqueando según avanzamos en la trama), los eventos de tiempo (como huidas y misiones que deberemos completar con un límite de tiempo) y el enfrentamiento contra dos superjefes Omega y Shinryu, que no son obligatorios. Estos enfrentamientos se hacen característicos en la saga, conociéndose como “Armas”.
Como pasaba en la cuarta entrega, la historia nos hará recorrer tres mapas. En esta ocasión son más grandes y están mejor integrados con el Mode 7. Los mapas se basan en un mundo que fue dividido en dos mundos por un hechicero, así que visitaremos sus tres formas.
Continuará…
Con el equipo ya casi formado, se crea la sexta entrega y última para Super Nintendo. Esta se enfrentaba a una gran cantidad de juegos de rol, que se estaban poniendo de moda en Japón. En occidente la saga Final Fantasy era más famosa que Dragon Quest, gracias al trabajo de externalización de SquareSoft. Aun así en Japón Dragon Quest era el juego favorito y necesitaban aventajarlo con novedades. El desarrollo de la séptima entrega empieza, y sería un juego muy ambicioso. La solución podría estar en el horizonte con la nueva Nintendo 64, pero ¿sería suficiente?
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