Desde entonces que sus juegos han creado un nuevo género, que muchas desarrolladoras imitan. Este género es conocido como Soulslike y mientras que otros lo intentan imitar, Miyazaki está descubriendo nuevas fórmulas. Su obra carece de argumento, presentando una narrativa fragmentada. Su historia se nos transmite con la ambientación y recogiendo objetos. Jugar a un juego de Miyazaki es un reto para el jugador, pero también una obra artística que deja al jugador interpretar. La extensión de su género le ha llevado a desarrollar Bloodborne, más cercano al Hack’n Slash o la aventura de Sekiro: Shadows Die Twice (análisis). Ahora el género lo va a evolucionar, para adaptarlo al mundo abierto en Elden Ring.
Dos genios, una historia
Miyazaki es un artista, pero para este juego ha contado con la ayuda de otro genio, ni más ni menos que George R.R. Martin. Una cooperación realmente espectacular, aunque a los lectores de Canción de Fuego y Hielo nos tocará seguir esperando que publique un final de la serie, para aquellos que han conocido su obra en HBO, Juego de Tronos. Martín no ofrecerá su arte para matar protagonistas, de eso ya se vale solo Miyazaki, tampoco ofrecerá un texto y una argumentación. Su trabajo principalmente es controlar el concepto de la historia, como su ambientación y mitología, por lo que ambos creativos darán forma a un mundo abierto de gran tamaño, en el que sus escenarios nos contarán las historias visualmente.
El anillo de las eras
Nuestro protagonista será un Sinluz exiliado de las Tierras Intermedias. Su intención es reclamar el poder del Círculo de Elden. El círculo de Elden tiene su origen en el Árbol Áureo que fue destruido hace años, partiéndolo en mil pedazos. Los pedazos albergan un gran poder, que en su tiempo cayeron en manos de los mortales. Su codicia en su uso hizo que los dioses descendientes de Márika, la eterna reclamaran su poder. Estos fueron corrompidos por los fragmentos y desataron la guerra de la Devastación, esparcieron el caos y la miseria en la Tierra Intermedia y aparecieron abominaciones y monstruos terroríficos. A nuestro personaje le espera un cruel destino en el que decidiremos el camino de la iluminación o del poder.
Su temática irá sobre la voluntad y la ambición de la humanidad. Como ha pasado en la saga Dark Souls, el personaje lo personalizaremos a nuestro gusto. Se trata de un Action RPG en el que la vertiente rolera será muy importante. El menú de creación de personajes nos permitirá crear un personaje único. Podremos seleccionar muchas variables, que nos llevarán a crear un temible guerrero o un poderoso mago.
Tierras Intermedias
La fórmula del Soulslike se mantiene con unos estándares habituales, siendo muy efectiva. La primera norma que romperá, de alguna forma, es la estructura de los escenarios. Su diseño en un mundo abierto no tendría sentido, aunque su propósito lo tendrán posibles mazmorras. Éstas, como los juegos, mantendrán recorridos complicados de superar, que girarán sobre ellos para permitir alcanzar un atajo y poder salvar la partida. Las zonas de seguridad son las hogueras, que se usan para guardar, revivir si morimos, gastar la experiencia o curar nuestras heridas. Al ser un mundo abierto, es probable que también se puedan usar para transportarnos entre ellas.
La exploración de estas bastas Tierras intermedias aportará bastantes ecosistemas, como montañas, bosques, playas, cementerios, ciudades sin vida o pantanos. Como vimos en Bloodborne, tendremos un ciclo de día y noche en el que no solo cambiará la ambientación, también afectará a los enemigos. Por las Tierras Intermedias tendremos la sensación de siempre encontrar algo nuevo. De hecho, hay catacumbas que esconderán preciados tesoros, aunque conseguirlos no será fácil, ya que estarán custodiados por trampas y terribles jefazos. En la jugabilidad tendremos la capacidad de saltar, que nos ayudará a explorar todos los rincones y superar plataformas.
En todos los juegos de FromSoftware nos hemos acostumbrado a explorar caminando, pero en un mundo tan grande podremos contar con una montura. En concreto será un caballo, con cuernos en la cabeza. Ir a lomos de dicha bestia no solo afectará a la velocidad y el acceso a nuevas zonas, también modificará el comportamiento de los enemigos. Un jefe realizará diferentes golpes dependiendo de si estamos subidos en él o nos ha tirado. La dificultad será elevada, pero Miyazaki se las ha ingeniado para que eso nos lleve a descubrir mundo y conseguir mejoras, ya que en la saga Dark Souls si se nos atragantaba un jefe, ya no podíamos avanzar.
Intensos combates
Cualquiera que haya jugado a un Soulslike sabrá lo complicado que es derrotar a un solo enemigo. Elden Ring no será la excepción y sudaremos de lo lindo para vencer a cualquiera. Una barra de cansancio seguirá limitándonos, pero podremos usar el sigilo que ya descubrimos en Sekiro. No solo eso, nuestro personaje podrá invocar criaturas espectrales que nos ayudarán contra los enemigos, sin faltar las invocaciones de personajes creados por nuestros amigos o el tipo de jugador que entrará en nuestra partida para matarnos y robar nuestro equipo. Unos combates intensos, pero muy satisfactorios y ahora encima más espectaculares. Solo hace falta ver el vídeo con el descenso del dragón, enfrentándose a nosotros, brutal.
¿Qué esperamos?
Pues una obra maestra que va a luchar por ser el GOTY de 2022 sin ninguna duda, lo que será un juego demasiado exigente, que desesperará a más de uno. Miyazaki no crea videojuegos para todos los jugadores, si no que se dedica a un grupo de elegidos, por lo que a todos los que nos gustan sus aventuras y nos crea esa satisfacción superarlas nos consideramos los Sinluz, personas que recorren tierras en decadencia, tristes, pero tan bellas que no podemos más que descubrirlas. Si por el contrario quieres un desafío, sus monstruos te esperan, siendo de los mejores que podemos encontrar en un videojuego. No faltarán las animaciones y personajes sacados de juegos anteriores. Por cierto, Miyazaki además se ha permitido sorprendernos con puzles muy originales.