En 2016 la saga alcanzó la excelencia ofreciendo lo que siempre la ha caracterizado: acción, gore y un toque de exploración. Han tardado cuatro años en volver a coger a los demonios por los cuernos y lanzarnos una continuación. La promesa: un más y mejor en un título continuista en el apartado jugable y en su historia. ¿Doom Eternal estará a la altura de la primera entrega? Eso es algo que esperamos descifrar en este análisis, sirviendo de apoyo el análisis de Doom (2016).
Un Shooter Eterno
La puesta en escena básicamente es la misma; eliminar toda clase de hordas de demonios que nos atacarán por todos lados. Ya no hay zonas de curación, ahora todo está por el suelo. Pero lo que de verdad nos pondrá a salvo serán las formas de eliminar enemigos. Se mantiene la estructura de la primera entrega, añadiéndole la opción de ganar armadura quemando enemigos con el escupe fuegos del hombro. Además, con las ejecuciones también rellenamos el puñetazo sangriento, un golpe demoledor que eliminará grandes grupos pequeños de demonios, o dañará a demonios grandes. Las ejecuciones vuelven a variar dependiendo del lado donde ejecutemos la maniobra.
Hay cuatro tipos de hordas: clásicos, encuentros secretos, portales del Slayer y jefes finales. Los clásicos serán los que encontramos durante la aventura; en estos enfrentamientos podemos encontrarnos elementos del escenario, como trampas, enemigos y Tótems de aumento. Las trampas que podremos activar son: pinchos, paredes aplastantes y hachas colgadas. También hay elementos medioambientales, como lava, veneno, electricidad, radiación y una sustancia pegajosa. Los enemigos de escenarios son tentáculos o bolas blancas que explotan al dispararles, como los bidones. En cuanto a los Tótems de aumento, mejorarán a los demonios de la zona. Nuestro objetivo es derrumbarlos, ya que no pararán de aparecer demonios más rápidos y poderosos.
Los encuentros secretos están escondidos, por lo que debemos buscarlos, intentando eliminar a todos los demonios en un tiempo muy ajustado, lo que mezclará velocidad con encontrar el arma adecuada. Los portales del Slayer requieren que encontremos una llave escondida por la zona. Una vez abierta la puerta, podemos acceder a un portal que nos llevará a otro lugar. Se trata de los combates más duros del juego. Si conseguimos vencer nos otorgará una llave del Empíreo de las 6 requeridas para desbloquear el Desmaykr.
Los combates se traducen en remontadas imposibles y en una segunda vuelta más satisfactoria (ya sea para encontrar todos los secretos o jugar los niveles maestros), y se realizará con todo lo que hayamos conseguido, además de ver nuestra propia evolución en el juego. Si conseguimos completar todas las hordas de un nivel, lo limpiará de la corrupción. El premio serán 10 puntos de armas, que sirven para comprar mejoras. Una vez las completemos todas, debemos realizar un desafío, que al realizarlo obtendremos munición infinita, quitando límites al disparo secundario.
Armas que hacen “pupita”
Todas las armas de la primera entrega repiten, exceptuando la pistola. La escopeta de doble cañón se ha sustituido por la Súper Escopeta, que puede lanzar un gancho como ataque secundario, que arrastra a los enemigos. Como novedades tenemos la Balista, el crisol y el Desmaykr; la primera es una especie de ballesta de potente disparo; el Desmaykr es un nuevo equivalente a la BGF-9000 (que también está disponible) y el crisol es la espada corta demonios. Las dos últimas tendrán munición muy limitada. Los ataques secundarios se consiguen encontrando los modbots. Cada arma tiene dos estilos de ataques, que podremos cambiar con la cruceta.
Traje Pretor
Este traje es la novedad que sube de nivel la exploración. Lleva equipado un lanzallamas, pero también se usa para lanzar granadas. Estos artilugios se recargan solos con el tiempo. Hay dos tipos de granadas: la de fragmentación (explosiva) y la de Hielo (congela a nuestros enemigos). Podemos realizar un doble salto, además de la doble carrera, que no es otra cosa que dos impulsos que nos permiten esquivar enemigos o acceder a zonas lejanas.
La doble carrera se rellena estando en el aire, aunque también encontraremos ítems que las recargan. El Doom Slayer ofrece más verticalidad al trepar zonas concretas o impulsarse con las barandillas. Los objetos a encontrar serán muy variados y si los encontramos todos nos obsequiará con un punto de arma: coleccionables como muñecos, vinilos de juegos de Doom, o los códices con el lore del juego. Para que se marquen en el mapa usaremos los puestos de automapa o desbloqueando mejoras de la armadura, que se consiguen encontrando los puntos de traje de pretor, y desbloquearemos habilidades esenciales, de exploración, entorno o mejorar las granadas.
Los otros objetos a encontrar serán la batería de centinela, los códigos de trucos, los cristales de centinela y las runas. La batería centinela se usa para desbloquear objetos y zonas de la fortaleza del destino. Los códigos de trucos son un total de 15 trucos que nos ofrecen vida infinita, armaduras centinela y munición infinita, entre otras ventajas. Los cristales de centinela mejoran nuestra capacidad de salud, armadura o munición, además de añadir una nueva habilidad al completar dos mejoras. Y las runas son 9 y solo podremos equiparnos tres: ralentizan el tiempo, reducen el tiempo de carga, nos aportan más salud…
Hay paredes destruibles y objetos movibles que debemos buscar para abrir los accesos. Si llegados al final del nivel nos falta algún objeto, podemos usar el viaje rápido, que nos teletransportará a los puntos de guardado, y todo acto se mantendrá: enemigos eliminados y objetos encontrados. Durante la misión también tendemos desafíos de nivel: debemos encontrar un número de objetos, realizar ejecuciones o eliminar enemigos con alguna arma específica.
IdTech 7
Si uno de los grandes inconvenientes de Doom (2016) eran las eternas pantallas de carga, ahora se ha agilizado mucho. Los escenarios siguen sin ser muy variados y mira que visitamos sitios, como la Tierra, Marte, otra civilización, la ciudad de los condenados… El motor no sufre ralentizaciones a pesar de la cantidad ingente de enemigos en pantalla. Además, las animaciones de los demonios se han mejorado mucho; Ahora la dispararles veremos cómo las balas hacen mella en sus cuerpos.
La que menos nos ha gustado es la Fortaleza del Destino, que es la base del Doom Slayer; se usa como centro para escoger misiones o mejorar nuestro personaje. También es la zona donde se almacenan todos los coleccionables y donde conseguir mejoras y trajes adicionales, sin olvidarnos que podemos entrenar para mejorar en el uso de nuestras armas.
Demonios
Parece que los demonios no tuvieron suficiente con la paliza que les dimos en Doom (2016), así que repiten todos, eso sí, trayéndose nuevos (antiguos) compañeros. Nuestra danza macabra y las amputaciones suben de nivel con las novedades. La gárgola es un demonio pequeño, similar al Imp que nos ataca desde las alturas. El cadáver, un demonio tecnológico que defenderá con un escudo al resto de demonios. La aracnotron es un clásico; esta araña mecánica, que porta una potente torreta, será una pesadilla; el caballero del terror, que nos destroza con sus dos espadas de energía; la escurridiza Flagelante con forma serpentina; el letal Acechador, un ciberdemonio subido en una plataforma y con escudo protector; un invocador y potenciador de demonios Arch-Vile. Hay un total de 24 demonios y algún que otro jefe final.
Como novedad, los demonios tendrán zonas débiles que podemos destruir, lo que hará que su potencia de ataque mengüe, aunque siguen siendo peligrosos. Es una variable táctica importante y realmente satisfactoria, pues de lo contrario agotaremos rápidamente nuestra munición o, lo que es peor, la vida.
Multijugador
Al jugar el modo campaña o el modo online nos va a recompensar con Puntos de experiencia, que los usaremos para comprar elementos online, como diseños de trajes o armas, e incluso celebraciones diferentes para nuestras victorias. El Battlemode se aleja de la propuesta multijugador del resto de shooters; es un modo online que nos acerca a la experiencia de la campaña, eso sí, podremos encarnar al Doom Slayer o a uno de los cinco demonios disponibles.
Es un combate asimétrico, entre un jugador que encarna al Doom Slayer y dos jugadores que serán demonios. Los demonios a escoger son Mancubus, Revenent, Arch-vile, acechador y elemental del dolor. Todos ellos con la capacidad de invocar más demonios, que llenarán las arenas de vísceras. Ganará el equipo que gane dos rondas y cada ronda que pase se recompensará con mejoras a uno de los equipos. La única ventaja del Doom Slayer es la variedad de armamento y que estará potenciado, mientras que los demonios deberán trabajar en equipo para derrotarlo.
Un gran juego que hará las delicias de los amantes de la saga, y también encandilará a las nuevas oleadas de principiantes que, seguro, se sumarán a Doom Eternal después de leer este artículo. No puede faltar en vuestra juegoteca.
[xyz-ips snippet=”valoracion”]