Sin formar parte de ninguno de los dos bandos nos mostraremos de inicio neutros al conflicto. Aunque el juego nos exigirá formar parte tomando decisiones a partir de la narrativa. ¿En quién podremos confiar? Será una decisión difícil porque cada facción se moverá por sus propios intereses e intentarán convencernos para que les apoyemos. Un ser inmortal es importantísimo cuando la lucha es a muerte. Si esto ya podría ser complicado, se unirá a la fiesta una tercera facción. Estos son conocidos como la armada rota, un ejército formado por mutantes cuyo objetivo no queda muy claro.
La historia la crearemos nosotros
Es una de las partes más rompedoras del juego, que la historia la creamos nosotros con nuestras decisiones. Podremos apoyar a una de las facciones y enfrentarnos al ejército rival, pero también podremos pasar de todos y enfrentarnos a ambas facciones. De hecho, esta parte nos ofrece una buena cantidad de horas de juego, ya que hace al título muy rejugable para ver los efectos de nuestras decisiones. Estos efectos pueden afectar a los personajes, a la historia, incluso a la ambientación de los niveles y a la propia jugabilidad del juego, Por lo que tendrá mucha narrativa, algunas nos desbloquearán misiones secundarias. Las misiones secundarias también tendrán consecuencias afectando a la reputación de la facción.
Nuestro personaje es Silver, un antihéroe al que le sobra su forma de ser. Todo se lo toma con ironía y con chistes, rompiendo el gran trabajo que se ha hecho en la elaboración de la historia. Tendremos un sistema para valorar su impacto sobre el entorno llamado sistema Paragon/Evil, que evaluará no solo como nos ven los demás personajes, si no que nos demostrará si nuestras decisiones nos llevan por el camino del bien o del mal. Si bien el personaje se adaptará a nuestros gustos, en el tema de la apariencia será muy básico, solo permitiéndonos cambiar su peinado largo o rapado.
Gráficos medievales
El juego se ha desarrollado con Unreal Engine 4, mostrando un mundo interesante con buenas ideas, pero que no despunta. Si fuera un mundo y un escenario fijo como otros juegos, podríamos exigirle mayor trabajo, pero hay que tener en cuenta que el escenario va variando dependiendo de nuestras decisiones, algo que resulta ser más complejo para la creación de los entornos. Las animaciones, tanto del personaje principal como de los enemigos, a veces son algo bruscas y afectan a los combates tanto como el Sttuttering. Tenemos diferentes bugs visuales que afectan al recoger diferentes objetos. La música acompaña bien al juego, que está doblado en inglés, pero que contiene los textos en castellano.
Los escenarios están diseñados como un Soulslike con diferentes zonas con una buena variedad de ambientaciones. Avanzaremos por las calles de las ciudades de cada facción, que al final estarán interconectadas entre sí. Un puente separa a las ciudades y es aquí donde la lucha será más cruenta. Una lástima que para la exploración no contemos con un mapa o con viajes rápidos entre las terminales que encontremos.
Combates duros
Los combates no son exigentes, obligándonos a separar a los enemigos como pasa en los Soulslike. Las mecánicas del juego nos permiten realizar ataques ligeros y ataques pesados, esquivas, volteretas, bloqueos y parrys. Todos estos movimientos estarán limitados al gastarse una barra de estamina. Las opciones en combate son variadas tanto en el cuerpo a cuerpo como a distancia. Cada arma tendrá sus propios ataques exclusivos y, cómo no, sus ataques secundarios. El uso de las armas requerirá de tres habilidades como son: la dureza, la inteligencia y la destreza. Algunas de las armas podrán equiparse con diferentes anillos que potenciarán sus habilidades. No faltarán los hechizos, los escudos para defendernos y los objetos tecno-mágicos.
Nuestro personaje tendrá un límite de peso en el equipo, y si lo superamos afectará al combate, gastando la barra de estamina más rápidamente y nuestros movimientos serán más pesados. Los combates nos llevarán a enfrentarnos a pequeños grupos de enemigos, esperándonos al final de cada tramo un enemigo de gran envergadura. Una de las partes más novedosas son los combates masivos contra ejércitos, en los que deberemos demostrar nuestro apoyo a un bando. Otro factor importante es la recolección de esencias, que perderemos si caemos en combate dejándolas en el sitio. Las podremos recuperar si no morimos antes de llegar. El gran problema de los combates radica en que los golpes son imprecisos, la cámara es demasiado sensible y el entorno nos puede jugar malas pasadas.
Decisiones consentidas
Las opciones de mejora de nuestro personaje son tan amplias como un RPG nos pueda ofrecer. Esto vendrá demostrado por su multijugador cooperativo a dos personas, donde empezaremos con un personaje igual, pero según tomemos decisiones se irán especializando. Por ejemplo, uno puede ser el personaje tanque que proteja a su compañero mago, que poseerá ataques mágicos exclusivos. El cooperativo se puede realizar tanto online, como a pantalla partida en una misma consola. Celebramos esta decisión, cada día más olvidada por los desarrolladores. La gracia de este modo es que veremos nuevas formas de derrotar a los enemigos o alcanzaremos zonas que de otra manera es imposible.
El primer jugador tomará decisiones, mientras que el segundo será un holograma que podrá jugar normalmente, pero sin afectar a la historia. El segundo jugador tendrá dos habilidades especiales: La cadena de luz, que es un ataque extremadamente potente, que se efectúa entre los dos jugadores dañando a todos los enemigos que estén entre ellos, y la Ampliación de escudos que hace que los ataques a través del compañero amplifiquen el daño.
Las Terminales
La función de las Terminales es exactamente la misma que en todos los Soulslike. Al alcanzarlas restauraremos la vida y el maná, pero con la penalización de resucitar a nuestros enemigos. En esta ocasión no serán puntos de guardado, ya que el juego guarda constantemente. Se usan para mejorar a nuestro personaje con los puntos de experiencia que hayamos logrado. Las esencias que hayamos recogido de los enemigos caídos se usarán para comprar nuevos elementos. Se mejorarán las armas y compraremos nuevo equipo, que se traducirá en diferentes partes de las armaduras para protegernos.
Intento original, pero insuficiente
Aportarle a los juegos occidentales RPG el toque Soulslike es una gran idea, pero aquí falla la ejecución de todas sus grandes ideas. Su protagonista no acaba de tener el carisma que requería la situación. Éste se adaptará a nuestros gustos y cuenta con una buena variedad de armas, pero su dificultad no nos exige usarlas con destreza. Decidirse por un bando significa que los enemigos pertenecientes a ese bando no nos atacarán, mientras que otras decisiones sí que afectan directamente al mundo. Los escenarios que recorremos al menos tendrán secretos que descubrir y algún que otro puzle más o menos acertado. El cooperativo es una gran idea y hace más entretenido el juego. The Last Oricru es un juego ambicioso con un gran equipo detrás, pero que necesita ser más refinado.
Análisis del juego gracias al código de descarga facilitado por PLAION España.