Una historia de libros
Lo primero que nos encontramos es una historia mucho más madura que la de entregas anteriores. De hecho, parece un clon en ocasiones de una famosa saga literaria. Si no fuera por la cantidad de referencias a la saga de Final Fantasy, pensaríamos que estamos jugando a otro juego. En esta ocasión, hay violencia con sangre y momentos de sexo, dos temas que no habíamos visto con anterioridad, todo para contarnos una historia, que como siempre, tiene muchísimos giros y es muy entretenida. Es más, posiblemente sea el más épico de todos, ya que nos cuenta la historia de una venganza y cómo se enfrentan los imperios por el poder usando a guerreros y seres extraordinarios como simples peones sin alma.
Un mundo bien construido
Como la historia es más compleja de lo normal y su mundo está tan bien diseñado y pensado, contaremos con un diccionario con palabras clave y explicaciones de lo que sucede, que podemos consultar libremente, ofreciendo mucho más trasfondo a la historia, pero es algo opcional, el que quiera tirarse a la acción, no tendrá ningún problema de disfrutarlo. El ritmo narrativo y de acción es muy alto, donde la magia predomina, sobre todo en los portadores, capaces de invocar Eikons y dejando momentos muy memorables, con seres gigantes destruyéndolo todo a su paso. Además visitaremos tres etapas de la vida de nuestro protagonista.
Acción DMC
Clive Rosfield es un luchador nato y por ello han prescindido de los turnos para ofrecernos un juego de acción directo. Al principio será todo muy básico, saltar, ataques encadenados, magias de piro, esquivar, parar y lanzarse en un dash llamado impulso ígneo. Pero poco a poco el sistema va cogiendo más riqueza, añadiendo nuevas habilidades gracias a los árboles de habilidad. Nos daremos cuenta de que tenemos que estudiar los movimientos de los enemigos para anticiparnos a sus ataques. Una esquiva perfecta ofrece un contragolpe, apretar ataque en el momento adecuado frenará el ataque enemigo dejándolo expuesto. A los enemigos de menor intensidad les podremos ejecutar golpes de gracia si caen al suelo.
Realmente el ritmo y la satisfacción de entrar en combate es alta y los jefes que nos esperan son tremendos. Con QTE para las escenas en mitad del combate, ya sean para lanzar un ataque devastador o evitar el ataque de un enemigo. Los enemigos contarán con una barra de ímpetu que al dañarlos irá disminuyendo, quedando expuestos a la mitad y, al reducirla esta, será el momento de lanzar golpes fuertes contra ellos y lanzar combinaciones de golpes y magia. El juego tiene un sistema de puntuación y tenemos un modo dedicado a ello. Para los menos diestros o curtidos en el terreno del hack‘n Slash, podremos activar ayudas como accesorios de apoyo con ataques automáticos y ralentización.
En el combate tendremos apoyo de algunos aliados, pero no podremos jugar con ellos. La IA del juego es correcta, ayudándonos, pero no en exceso. Además, iremos con nuestro perro Torgal, al que podremos darle órdenes en combate y, no solo eso; si nos perdemos durante la exploración, nos marcará el camino a seguir. Los momentos más espectaculares llegan con la lucha de los Eikons, algo que sucede más intensamente en la segunda parte del juego. Hay más de 11 horas cinemáticas con momentos muy espectaculares.
Estructura del juego
Posiblemente es la parte negativa de Final Fantasy XVI, donde no recorreremos Valishtea como una zona abierta de libre circulación. Contaremos con un mapamundi, con las diferentes localizaciones, que por supuesto podremos visitar libremente. Las hay que simplemente son para cumplir misiones principales y otras zonas un poco más abiertas que dan la opción de explorarlas. Pese a que tenemos la opción de salto, todas las habilidades serán automáticas, cosa que no me ha gustado mucho.
Las misiones principales son interesantes, pero hay un grupo realizadas sin mucha gracia, que nos obligan a cumplir objetivos como si fueran misiones secundarias. Hablando de misiones secundarias, todas son de recadero, dedicado a aquellos que les aburren y las consideran un estirar el chicle sin necesidad. Algunas de estas misiones ofrecerán información extra de personajes secundarios. Para dar algo más de profundidad están las misiones de caza de monstruos, algo muy habitual en la saga y que serán exigentes con nuestros combates.
¿Dónde está el rol?
Si al jugador de los RPG les encanta estar trasteando atributos de los personajes y personalizarlos, pese a que Final Fantasy nunca ha tenido opciones muy bastas respecto a otros juegos occidentales, en esta ocasión lo han simplificado todo demasiado. Cuando subimos el nivel los atributos se reparten de forma automática. De hecho, nosotros solo modificaremos las armas que llevemos, pudiéndolas comprar, mejorarlas en tres aspectos y repararlas. Los Eikons nos ofrecerán diversas habilidades, que representan árboles de habilidades, que sí afectan a los movimientos en combates. Podremos tener tres Eikons equipados, ofreciéndonos una buena variedad de movimientos. Realmente para un recién llegado o los que quieren acción, es un sistema ideal.
Técnicamente resultón y apabullante
Valisthea se presenta como un mundo inmenso lleno de diferentes ambientaciones que presentarán cada uno de los imperios. Nos moveremos por selvas, zonas rocosas, desiertos y ciudades con diferentes problemas y habitantes. Mezcla zonas impresionantes, con otras menos inspiradas, incluso en más de una ocasión nos encontraremos algunas texturas algo pobres. Por otro lado está la música, con melodías que nos transmiten de manera perfecta lo que pasa. Las voces estarán en inglés, con subtítulos en castellano de forma nativa, pero podéis entrar en las opciones y poner español latino, que deberéis descargar.
Conclusión
Final Fantasy XVI es un juego que sorprende porque la historia está dividida. La primera parte dedicada a la política y a las conspiraciones, con una temática adulta que romperá a los fans de la saga. Aquellos que no sean fans, posiblemente la encuentren interesante, pero en la segunda mitad todo se volverá más clásico, con enfrentamientos entre las fuerzas del bien y del mal. De esta manera puede disgustar a todos los jugadores que se acostumbran a un tipo de trama, para luego ofrecer este giro. El cambio al combate me ha encantado, sobre todo contra jefes y Eikons, pero con enemigos básicos se vuelve algo rutinario. Si lo miramos con perspectiva, Final Fantasy XVI es un juego lleno de fantasía, con una cantidad de horas brutal y muchas cosas por descubrir, incluso un Partida +. Un juego muy recomendable para pasar el verano y disfrutarlo, aunque no es el mejor Final Fantasy.
Análisis del juego gracias al código de descarga facilitado por PLAION.
Las capturas han sido realizadas In Game propias de la versión de PlayStation 5.