Cinco años después de la séptima entrega de God Of War, Cory Barlog vuelve a dirigir un episodio de la saga en su regreso. Barlog fue el diseñador de personajes de la primera entrega y dirigió la secuela, abandonando Santa Monica Studios al terminarlo. En su regreso nos traslada su experiencia como padre, una de las etapas más bonitas y responsables del ser humano. Kratos se dirige al Norte en un autoexilio impuesto por él mismo, con la intención de conseguir una redención personal, después de acabar con medio Olimpo.
De padres a hijos
Kratos es un temible guerrero espartano, al que la vida le ha deparado lo peor que le puede pasar a una persona. La culpa y la ira lo envuelve, incapaz de aceptar su parte de responsabilidad, encuentra en los dioses griegos sus grandes enemigos. Su cuerpo es cubierto por las cenizas, y sus actos le harán convertirse en un semidios, obligado a andar eternamente por la tierra. En la primera trilogía, Kratos es joven, incapaz de pensar en las consecuencias de sus actos. Ahora está quemando la etapa de la mediana edad, huyendo de su pasado hacia el norte, a unas tierras que los hombres aún no han pisado (antes de la migración vikinga). Aquí la vida le ofrecerá una segunda oportunidad para redimir sus pecados y hacerse cargo de su hijo Atreus, al que tendrá que enseñar a sobrevivir en unas tierras hostiles. Como buen padre deberá enseñar a controlar la ira que Atreus ha heredado, o que lleva consigo por otra situación dramática. Ambos se embarcarán en una aventura que los obligará a luchar contra dioses y todo tipo de criaturas.
Atreus irá madurando según avanza la aventura, en parte por las enseñanzas de su padre, aprendiendo a cazar animales con su arco y flechas, distraer a los enemigos, traducir las runas que conoce, incluso le enseñará a Kratos a conocer la cultura escandinava. Además podrá usar la magia, algo que su padre no comprende. Atreus será un personaje que usaremos de apoyo, marcándole a qué enemigo tiene que atacar, y si llega a ser herido, Kratos desatará su irá sobre aquel que lo haya agredido.