Crystal Dynamics quiso profundizar en la historia de Lara Croft, una heroína que se ha transformado de ser un modelo sexy de los noventa, a una representante de la mujer actual y posible estandarte feminista. Desarrollándola desde sus orígenes y presentándola como un personaje más humano, en 2013 Tomb Raider nos mostraba una Lara joven, inexperta, que se debía enfrentar a los peligros de una isla desierta en el Pacífico conocida como Yamatai. El objetivo de Lara era concluir la investigación de su padre, muerto en extrañas circunstancias, para alzar su apellido entre los grandes arqueólogos. Una vez allí se encuentra con una aventura que pondrá a prueba sus habilidades, aunque no estará sola conociendo por primera vez a la organización Trinity. En 2015 Rise of the Tomb Raider viaja hasta Siria y Siberia, con más confianza en sí misma y con la ayuda de Jonah, un compañero que la ayudará en su investigación sobre dicha organización Trinity. Ahora llega el momento definitivo de la trilogía, mostrando una Lara Croft donde su ímpetu y perserverancia serán una amenaza para sí misma, para sus enemigos y para el mundo entero, con la principal misión de acabar con Trinity. Un cierre que ha desarrollado Eidos Montreal con la supervisión de Crystal Dynamics, más preocupada actualmente por la versión para consolas de Los Vengadores.