En 1985 se estrenaba la serie de Dragon Ball de Akira Toriyama en Japón, un manga que describía las aventuras de Goku, un guerrero saiyajin, cuyo fin es proteger a la Tierra de otros seres que quieren conquistarla y exterminar a la humanidad. Dos años después adaptaron el cómic a la serie de anime, una adaptación de una saga que se volvería toda una tendencia en los años 90.
Fue en ese momento cuando llegó a España a algunas televisiones autonómicas, dejando a los espectadores con la boca abierta. Y cuando conocimos a Son Goku, un niño que llegó del cielo y que fue encontrado por un anciano.
El manganime presentaba una historia de aventuras donde Goku debía encontrar las, ahora, famosas bolas de dragón con el fin de resucitar al único familiar que tenía. Pero no estaba solo; Bulma, una adolescente millonaria capaz de crear cualquier artilugio, lo acompañaba, además de buscar también las bolas de dragón; su objetivo era encontrar al novio perfecto con el que casarse. Aventuras, humor, combates y un toque de picardía bañaba la serie.
El éxito de Dragon Ball no cesaba y aumentó con la llegada de la saga “Z“. Ésta ya no era tan aventurera, centrándose más en los combates contra enemigos cada vez más poderosos. Dichos lances eran tan espectaculares que incluso llegaron a realizarse películas. El merchandising era mastodóntico, desde fotocopias de sus dibujos, hasta muñecos contagiando, cómo no, al mundo de los videojuegos.
Los 80 el inicio
El primer videojuego de Dragon Ball se publicó en 1986 para una consola poco conocida como lo fue Super Cassete Vision. En este curioso juego, desarrollado como un shooter de vista cenital, volábamos sobre la nube Kinton, atacábamos con el bastón extensible y lanzábamos Kame Hame Ha contra nuestros enemigos. Entre pantallas realizábamos nuestro entrenamiento con el maestro Mutenroshi en combates 2D.
En 1988 NES recibió su juego de la saga, aquí conocido como Dragon Power. Desarrollado por TOSE para Bandai, fue el primero en llegar a Europa. Dragon Ball no mantuvo su nombre original y modificó su banda sonora y apartado gráfico por culpa de los derechos. Fue una especie de aventura en la que debíamos explorar como en los action RPG.
En este mismo año se lanzó para Famicom Dragon Ball Daimao Fukkatsu. El sistema de juego nos llevaba a movernos por un tablero por el que se nos obsequiaba con cartas. Los combates estaban basados en imágenes donde podíamos ver los movimientos característicos de los personajes. Estos ataques se conseguían usando las cartas de nuestro mazo. Esta entrega se basó en la saga del rey Piccolo. En 1989 apareció la tercera entrega Dragon Ball 3 Gokuden, que incluía como novedad nuevos personajes jugables, como Gokuk Yamcha y Krilin.
La consagración de los 90 con Famicom
En los últimos años de Famicom se lanzaron cinco juegos dedicados a Dragon Ball Z. El primero en lanzarse fue Dragon Ball Z Kyôshu! Saiyan en 1990, que no llegó a Europa, pero se trataba de un RPG que recogía la saga de los Saiyans. Tenía un modo torneo que permitía los enfrentamientos entre personajes de Dragon Ball Z, incluyendo algunos exclusivos de las películas. Las luchas se realizaban con cartas, como en la serie Gokuden. Dragon Ball Z II Gekishin Frieza llegaría un año después, ahora con la saga Freezer como protagonista. En 1992 se lanzaría la tercera entrega, Dragon Ball Z III Ressen Jinzoningen. Su punto de partida fue la película “La Venganza de Cooler”, para continuar con la saga de los Androides.
Una de esas joyas para coleccionistas llegaría en 1992 con Dragon Ball Z Gekito Tenkaichi Budokai. Este juego no salió de Japón por su naturaleza, ya que aquí no se extendió el juego con cartas. El juego incluía un lector de cartas en el que insertábamos los coleccionables, formadas por 28 personajes de la serie y diferentes ítems. El modo de juego era parecido al de Gokuden, aunque esta vez las cartas eran físicas.
El último juego de la serie para Famicom llegó en 1993, Dragon Ball Z Gaiden Saiyajin Zetsumetsu Keikaku, que no contaba una historia de la serie. Se había escrito para el juego en exclusiva y su aceptación le permitió tener un OVA “Plan para erradicar a los Saiyans”.
En 1994 aparecieron dos juegos con el metraje del OVA para Playdia. El primero se llamaría “Capítulo de la tierra” y el segundo “Capítulo especial”, que nos pedía el orden en el que deberían pasar las acciones, pero hacerlo de manera incorrecta nos llevaba a escenas fatales para los saiyans.
La consagración de los 90 y Super Nintendo
La fiebre ya estaba muy asentada en España por Dragon Ball en 1992 y se lanzaba Super Nintendo. No tardó en verse el primer juego con Dragon Ball Z Super Saiya Densetsu, que recogía los juegos de Famicom KyÔshu Saiyan y Gekishin Frieza con gráficos mejorados, aunque debido a la falta de espacio se eliminaron las partes dedicadas a las películas.
En 1993 llegaría a Europa Dragon Ball Z Super Butoden. Fue el primer juego de lucha 1 vs 1 de la saga. Contenía 8 personajes de la serie, además de cinco desbloqueables y el enfrentamiento final contra Célula. Esta serie contó con tres entregas; la secuela llegaría en 1994 e incluía solo 10 personajes (algunos sacados de la película, como Broly). El título que cerró la trilogía llegó en 1995 con Majin Buu como protagonista, donde teníamos un total de 10 personajes, más Trunks del futuro como desbloqueable.
La saga Super Goku Den llegó en 1995, un juego en el que para avanzar debíamos contestar preguntas sobre el manga. Los combates se basaban en el clásico juego de piedra- papel- tijera. La primera entrega, conocida como Totsugeki-Hen, recogía desde los inicios hasta el enfrentamiento con Piccolo. La secuela, Kakusei-Hen, empezaba en el XXIII torneo de artes marciales, hasta el enfrentamiento con Freezer. Y el último juego para Super Nintendo llegaría en 1997, Dragon Ball Z Hyper Dimension, un videojuego de lucha con personajes de la saga Freezer hasta Kid Buu.
Hasta aquí nuestra primera entrega sobre la historia de Dragon Ball en los videojuegos. En ella hemos abarcado sus inicios en los 80. Pero sobre todo su irrupción en NES y Super Nintendo, todo un fenómeno que abría el mercado de la exportación, algo que no se conocía hasta entonces, pero que era la única manera de jugar a estos juegos. Además, hizo entrar en los videoclubes el alquiler de videojuegos, algo que hasta entonces no había pasado.
Aquí podéis acceder a la segunda entrega: La saga Dragon Ball en los videojuegos II
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