Una historia de brujas y piratas
Estamos en la Irlanda del siglo XVIII cuando un barco de prisioneros es abordado por una embarcación pirata. En ella la bruja Flora Burn lanza una maldición sobre el barco, transformando a todos los presentes en ratones antropomórficos. De hecho, es tan potente su magia que también transforma a su tripulación. Ante el caos de la situación aprovecha para secuestrar al hijo del almirante y darse a la fuga. El almirante prometerá la libertad a aquellos que liberen a su hijo. Cuatro presos aprovecharán la ocasión para demostrar su valía, además de encontrar la forma de recuperar su forma humana.
Los presos que intentarán tal heroicidad son: el colono americano David Douglas, la guerrera cheyene Buffalo Calf, el esclavo fugitivo Bussa y la Onna-bugeisha Akane Yamakawa. Cada uno de ellos ha recibido un poder elemental diferente que deberá aprender a controlar mediante los árboles de habilidad. Entre los elementos están los poderes de fuego, aire, tierra y agua. Cada uno de ellos tendrá habilidades especiales diferentes e irá equipado con armas que forman parte de su cultura. El colono tendrá una pistola y un alfanje, la guerrera Cheyenne dos dagas, el esclavo un machete y la Onna-bufeisha una naginata.
Animación por todo lo alto
Uno de los grandes referentes del estudio han sido las animaciones y películas de Disney. Se trata de un juego muy colorido basándose en dichas películas y donde podremos ver referencias a Basil, el Ratón Superdetective o Los Rescatadores. Aunque no serán las únicas referencias, ya que se han apoyado en títulos tan importantes del género como Castlevania o Hollow Knight. Todo el apartado gráfico ha sido desarrollado a mano y animado con una calidad similar a la de los grandes estudios. Los escenarios se han realizado en 3D integrándose perfectamente en la animación de los personajes.
“La animación tradicional transmite unos mensajes que no se consiguen con otros medios. Nosotros nos hemos criado con esas series y películas, queríamos hacerlo y vimos que era algo factible”, dice Daniel Del Amor, director del juego.
Ratoidvania para cuatro jugadores
Jugaremos la aventura en single player, pero también podremos contar con la participación cooperativa de tres amigos en modo local. Esto es una novedad en el género, que nos obligará a ponernos de acuerdo por el camino al que ir. Como buen Metroidvania, el mundo a explorar estará dividido en diferentes regiones, todas ellas conectadas, tendremos acceso a nuevas zonas al conseguir una nueva habilidad. “Queríamos hacer algo más ambicioso que lo que habíamos hecho hasta entonces. Es aportar nuestro sello personal a este renacimiento de los metroidvania”. Contaremos con muchos coleccionables y habrá misiones secundarias que dotarán de humor al conjunto.
¿Qué esperamos?
Solo con ver las cinemáticas ya sabemos que el apartado visual es una barbaridad y su banda sonora nos dejará alucinados. Esperamos un título en el que no nos perdamos nada en su vertiente de un solo jugador y que en el cooperativo se premie la colaboración y no acabe siendo un desastre para la jugabilidad. Aseguraros de que vuestro equipo sea de confianza, porque los recursos se comparten. Un desafío para la habilidad con las plataformas y un buen trabajo a nivel de acción, contará con jefazos de gran tamaño. Los desarrolladores nos aseguran que la aventura durará más de 12 horas. Estamos deseando que llegue el día de su estreno para disfrutar de Curse of the Sea Rats.