Ratoidvania de calidad
Lo primero que impresiona es el apartado técnico y el arte del videojuego. Simplemente una maravilla de diseño de personajes, con una historia graciosa. De hecho, durante la aventura no faltarán los chistes con algunos clichés al género o a nuestra cultura española. De esta forma se presentan unos personajes y enemigos dibujados a mano que se mueven por una isla recreada completamente en 3D. Lamentablemente el escenario en sí es algo plano, pese a que el diseño de niveles es bastante interesante. La isla es muy grande y posee diferentes caminos que interconectan las diferentes zonas. Puede llegar a abrumar y en ocasiones no saber hacia dónde ir. Por si esto fuera poco, también tendremos que explorar cada rincón, ya que hay habitaciones secretas con grandes tesoros.
La sensación de placer al descubrir nuevas ubicaciones es alta y se ha desarrollado con esa intención. Nos esperan muchos entornos y ambientaciones diferentes y en las zonas secretas nos aguardarán buenas recompensas, como huevos de pascua en forma de coleccionables, dinero o magia. No faltarán los comerciantes que nos venderán objetos o las puertas ancestrales que nos permiten viajar entre ellas a cambio de encontrarlas y pagar un precio de energía espiritual. Wu Yun, que es un emisario de los Shen, nos ayudará, ya sea recuperando nuestra salud, guardando la partida o desbloqueando habilidades.
Cuatro ratas y un destino
Curse of the Sea Rats es un juego que tiene cuatro protagonistas y que podremos cambiar entre ellos al encontrar a Wu Yun. Podremos jugar solos o en modo local con hasta 3 personas más, por lo que es un metroidvania con multijugador cooperativo. Todos los jugadores tendrán importancia en las decisiones; si uno decide hablar con otro personaje todos leerán la conversación. Si uno de ellos cruza una puerta el resto se irá con él, pero si se bifurcan el jugador número uno tendrá el protagonismo de la cámara. En este sentido el juego funciona bastante bien y las habilidades de los personajes se pueden combinar.
Cada una de las ratas además dispondrá de dos árboles de habilidades. Las habilidades básicas de todas ellas es golpear con un total de 4 golpes por combos, saltar, realizar una magia y bloquear un ataque. La magia puede llegar a tener efectos alterados para los enemigos, como electrificar o paralizar, aunque la sensación es que cada rata se controla de manera diferente, ofreciendo una sensación única, que se acentúa con el desarrollo de dichos árboles. Un desarrollo que se deberá pactar, ya que tanto las monedas como la energía mágica se comparten.
Situaciones difíciles
Pese a su carácter infantil no se trata de un juego sencillo en el modo para un solo jugador, aunque cuantos más compañeros se unan a nuestra partida más sencillo será, ya que los enemigos mantienen vida y atacan igual. Hay muchos jefes finales que vencer y que nos pondrán las cosas difíciles. Sus diseños son interesantes con diferentes ataques y algunos que los dejarán desprotegidos si sabemos aprovecharlos.
Tendremos que ir con cuidado, ya que si morimos perderemos parte de la experiencia y dinero. Al volver a la vida actuaremos como en un Dark Souls, quedando parte de esa experiencia y dinero en la zona donde hemos perdido la vida. Si jugamos en multijugador, al perder la vida moriremos, pero en un breve lapso de tiempo podremos volver como espíritu y renacer si tocamos a algún compañero. Solo si mueren todos los personajes deberemos reiniciar el nivel al último guardado. Los enemigos siempre nos ofrecerán dinero, magia y experiencia al morir y si salimos de una pantalla; al volver nos volveremos a encontrar con los mismos enemigos.
Hay que decir que su jugabilidad es su gran talón de Aquiles, con saltos en ocasiones imprecisos, un bloqueo de golpes que no se activa cuando lo presionamos, si estamos en mitad de una combinación de golpes o algunos enemigos con la capacidad de quitarnos vida antes de lanzar el ataque. Es una pena que esto pueda emborronar la experiencia de juego, aunque desde la compañía se están lanzando parches.
Al abordaje
Hay que dar la enhorabuena al equipo por el diseño artístico del juego que alcanza la calidad de clásicos como Fievel en el cual se inspiran. Sus personajes son tremendamente carismáticos, como el buen abanico de jefazos. Su historia es entretenida con muchos momentos cómicos que os harán reír. Su cooperativo motivará esa tarde de juegos en familia en una aventura que dura unas 10 horas. La banda sonora está muy bien compuesta, con melodías que se enganchan, dando la sensación de jugar a un clásico. El doblaje está en un excelente inglés y cuenta con todos los textos traducidos al castellano.
Como metroidvania está muy bien construido con una isla llamativa que guarda muchos secretos. Lamentablemente la dificultad con picos exagerados o la jugabilidad que puede jugarnos malas pasadas son sus pequeñas manchas. Con el tiempo el juego estará completamente pulido y será un título de los mejores de su género sin ninguna duda. Ahora nos queda esperar una secuela para darle más profundidad a un lore interesante y que pide a gritos una continuación.
Análisis del juego gracias al código de descarga facilitado por Petoons Studio.
Las capturas han sido realizadas In Game propias de la versión de PlayStation 5.