La trama
Como ya os adelantamos en el avance, estamos en la piel de un esposo que llega a casa después de un duro día de trabajo. Su mujer le recibe con todos los honores, pues tiene algo especial preparado para él. Mientras se producen los momentos de pareja, llaman a la puerta. Es la policía que viene a arrestar a la mujer por el asesinato de su padre…
Hasta ahí todo más o menos coherente… Pero nada más lejos de la realidad… El policía mata a la esposa y después al marido. Momentos después, aparece de nuevo en la puerta de la casa, como si nada hubiera pasado, salvo que nosotros recordamos lo que ha pasado.
Desde que volvemos a entrar en la casa, empieza la cuenta atrás de 12 minutos hasta que volvamos a tener un “deja vu” y empecemos de nuevo en la puerta del apartamento.
Descubrir, investigar, actuar…
Ha llegado el momento de empezar a entender qué es lo que está pasando. Tendremos que ir pasando por diferentes situaciones para entender qué es lo que tenemos que hacer, cómo hemos de hacerlo y, sobre todo, tener en cuenta que todo eso hay que hacerlo en menos de 12 minutos, que es lo que tarda en empezar de nuevo el bucle temporal.
Al principio veremos que se nos pasan muchas cosas por lo alto, pero a medida que vayamos progresando en la aventura, seremos capaces de ver más cosas, más objetos con los que interactuar, incluso cómo hacer combinaciones entre los objetos de nuestro inventario y los protagonistas. Esto nos permitirá profundizar en la trama e iremos resolviendo poco a poco todos los entresijos de esta aventura que nos propone Luis Antonio y Annapurna Interactive.
Los personajes lo son todo
Uno de los aspectos más cuidados de 12 Minutes, amén de su acabado gráfico, es el de los personajes. No son muchos, pero el desarrollo de la trama es tan magistral que harán que jugar una y otra vez el bucle temporal sea una satisfacción.
Por un lado, tenemos al esposo, interpretado por James McAvoy (Las Crónicas de Narnia, El Último Rey de Escocia, Wanted, X-Men: Días del futuro pasado, X-Men: Apocalipsis…), personaje que manejamos.
Por otro, la esposa, interpretada por Daisy Ridley (de la serie Youngers, Star Wars, Episodio VII: El Despertar de la Fuerza, Star Wars: Los Últimos Jedi, Asesinato en el Orient Express, Star Wars, Episodio IX: El Ascenso de Skywalker…), con quien tendremos que interactuar en muchas y diferentes ocasiones para descubrir más detalles sobre su pasado.
Y, por último, pero no por ello menos importante, al supuesto policía, interpretado por Willem Dafoe (del que sobra mencionar su cinematografía), otra pieza clave de los rompecabezas a los que nos enfrentaremos. Intervienen otros personajes, pero sólo la voz, como la hija del policía, también importantes, pero no contamos con su presencia física.
El tema está es que se ha mantenido el audio original para contar con las voces de estos actores, aunque el juego está perfectamente traducido a nuestro idioma, lo que facilita mucho las cosas para los neófitos del idioma de Shakespeare.
Visión cenital
La verdad es que el juego se podía haber resuelto de muchas formas, gráficamente hablando. La vista cenital contribuye a que no se pierda el foco en animaciones de las caras o de los cuerpos, y tan solo nos fijemos en lo que verdaderamente importa: el apartamento, con su salón-cocina, el cuarto de baño, el dormitorio y un armario. La historia no necesita nada más, y todo el aspecto de lo que vemos está ambientado de manera magistral.
Esta visión desde la parte de arriba del apartamento está perfectamente acompañada por sonidos procedentes de otras instancias, como un bebé llorando, las pisadas de los vecinos… Vamos, que no le falta detalle, y todo ello acompañado de una banda sonora que acompaña constantemente el devenir de los hechos, lo que hace que la sensación de inmersión sea casi perfecta.
No es oro…
Todo lo que reluce, no. En Twelve Minutes encontramos momentos que pueden llegar a cansar un poco. El hecho de encontrarnos en un bucle temporal implica repetición tras repetición, lo que puede llegar a exasperar en ocasiones, sobre todo si no damos con la pista adecuada, o la conversación mantenida no es la correcta. Aunque las decisiones son lógicas, lo cierto es que lo empiezan a parecer después de repetirlas.
Así que muchas veces lo que queda es el temido “ensayo-error”, hasta dar con la pista que necesitamos, la combinación de objetos necesaria, o la interactuación correcta para poder seguir avanzando y conseguir así llegar al final.
Otro aspecto que no nos ha gustado es que la versión de consola el manejo del mando y las interacciones con el entorno se hacen algo pesadas, no así con la versión de PC que se limita al uso tan sólo del ratón.
Sin duda, un indispensable
No queremos desvelar mucho más del juego que no sea lo estrictamente necesario para no romper las sorpresas. Nuestro primer intento nos ha llevado unas 8 horas en terminar, pero ya os decimos que hay varios finales que hacen que Twelve Minutes sea un juego rejugable.
Desde aquí sólo nos queda recomendar este juego indie, que ya promete grandes éxitos a sus creadores, de los que ya solo nos queda ver qué es lo siguiente en lo que están trabajado.
Análisis del juego gracias a la descarga desde Xbox Game Pass.