El relojero
El tiempo no es algo material, por lo que es difícil verlo más allá de los relojes. Lo que es indiscutible son las consecuencias del paso del tiempo. Alexander es un ingeniero maestro, que ha dedicado su vida a su obra maestra, la Clock Town. Es una maravilla para la propia ciudad y motivo de orgullo, pero tal monumento le ha costado más de lo que cree su creador. Una voz lo despierta de su sueño, descubriendo que de pronto ha envejecido. Esta le alerta de que la torre del reloj ha sido saboteada y el tiempo ha colapsado. El tiempo avanza rápidamente y la única persona capaz de arreglarlo es Alexander, ayudado por su voz exterior. Una especie de campanilla un poco quisquillosa.
Maestro relojero
Alexander irá equipado con un guante magnético y su mochila de soporte. El guante lo usará para impulsar objetos o desplazarlos, incluso los lanzará en caso de necesidad. La mochila de soporte nos mostrará el HUB del juego. La luz de estado se iluminará con diferentes colores dependiendo de la vida de nuestro personaje. El medidor de resistencia mide la capacidad de uso del guante, que también lo usaremos contra enemigos mecánicos. Las celdas de energía se usan para las habilidades especiales que se irán recargando: Rebobinar el tiempo, ralentizarlo o para proyectar nuestra imagen pasada. Por ejemplo si requerimos de nuestra presencia en dos lugares. El último elemento será numérico, mostrando la edad del personaje. Este irá envejeciendo rápidamente, muriendo si alcanzara los 90 años.
La vitalidad de la juventud
El paso del tiempo mostrará claramente como Alexander envejece, pero no afectará a sus habilidades. Nuestro objetivo será que no envejezca demasiado, debiendo resolver rápidamente los puzles. Aunque no es un factor determinante, ya que hay truquitos para que esto sea un mero trámite. Gracias a los relojes de arena iremos reduciendo un año por cada uno que recojamos. También podremos recoger las llaves, aunque solo llevaremos equipada una. Esta la usaremos cuando nos haga falta recuperando 20 años de golpe. Los puntos de control servirán para salvar la partida, pero además nos rejuvenecerán en el bloque en el que estemos. Estos bloques son: 30 a 50, 50 a 70 y 70 a 90.
Los puntos de control rompen completamente con el estrés, ya que todo lo que hayamos recogido después del punto de control lo mantendremos. Si hemos eliminado enemigos o completado un puzle, si morimos saldremos en el punto de control con el contador de vida como lo pasamos y con todas las acciones realizadas. Por lo que si algo se os atraviesa o vais muy justos, merece la pena intentar completarlo y morir.
Un escenario imponente
The Watchmaker se ha desarrollado con el motor gráfico Unreal Engine 4. En el juego deberemos superar 5 niveles con diferentes ambientaciones. Aunque todas presentan diferentes mecanismos como si estuviéramos en el interior de un reloj. Zonas con estatuas gigantes, las calles de la ciudad y un lugar de piezas de colores. En ellos encontraremos multitud de engranajes que se usarán como plataformas, desafíos de habilidad y rompecabezas. Estos escenarios son grandes y tienen un buen diseño de niveles, pero su acabado parece más de un juego de PlayStation 2. Al juego le hacen falta más testeos ya que tiene algunos fallos técnicos, que se mantienen desde la versión de PC. Zonas que nos obligarán a resetear la aventura al no tener un guardado manual.
Son fallos que nos iremos encontrando habitualmente como activar elementos que no tendrán vuelta atrás. Así como zonas en las que al intentar la exploración nos harán caer a zonas de donde no podremos salir. El juego también sufre fallos de rendimiento, como ralentizaciones en zonas muy cargadas de elementos o enemigos. En este sentido hasta da problemas entrar en el menú de opciones. Simplemente cambiar una opción nos puede llevar 30 segundos de retardo, como visualizar los diferentes coleccionables. Los efectos gráficos de la ralentización de tiempo, van con efectos retardados y la propia burbuja temporal puede afectar negativamente a nuestro campo de visión. En las cinemáticas se quedará el puntero fijado y sufriremos la desincronización de diálogos y textos.
Mecanismos precisos
Como hemos mencionado The Watchmaker es una aventura en tercera persona de exploración con momentos de plataformas, pero centrado en la resolución de puzles. De esta manera iremos activando diversos mecanismos y abriendo las rutas. En los puzles deberemos colocar las piezas en el lugar marcado, usar los diferentes imanes, mover plataformas, colocar explosivos temporales en estructuras y colocar los tubos en el lugar adecuado. Muchos de estos puzles deberemos resolverlos usando las habilidades temporales de Alexander. Según avanzamos la complejidad de estos puzles va creciendo y algunos tienen referencias al reloj de Horologium o son homenajes, como al videojuego Portal. Jugablemente el control con el guante puede ser algo caótico, sobre todo al cruzar puertas cuando transportamos algo.
Enemigos mecánicos
Nos encontraremos con diferentes enemigos, principalmente sus ataques afectarán a la cuenta de nuestra edad. Algunos serán duros de pelar y necesitaremos realizar algunas acciones para derrotarlos. Al final de cada nivel nos esperará un jefe final, de un buen tamaño. Dispondrán de diferentes ataques y serán ayudados por enemigos más pequeños. Estos últimos a veces afectan poco en el combate y pueden llegar a molestar dentro de las mecánicas jugables. Nuestro objetivo será encontrar su punto débil y activar elementos del entorno para derrotarlos. Realmente en este juego los enemigos no suponen ningún problema.
El tiempo avanza
Como en todos los videojuegos tendremos un buen número de coleccionables. Encontraremos 23 relojes de cuerda desperdigados por los escenarios. Cuatro papiros, que nos explicarán las mecánicas del juego. 12 documentos, entre cartas y periódicos que nos hablarán de Alexander y la historia que hay detrás. Son muy interesantes, las cartas contarán con las voces de los actores, por lo que hablarán en inglés, aunque el juego contiene subtítulos y textos traducidos al castellano. También encontraremos unas mesas, en las que podremos entretenernos con imágenes animadas.
Tic tac, tic tac
The Watchmaker es una conversión de un juego de hace cuatro años y carece por completo de una más que necesaria optimización. Un acabado gráfico de otra generación con múltiples bugs y situaciones que bloquean nuestro avance. Se nos ha prometido corregir muchos errores, pero a día de hoy, eso no ha pasado. Es una pena esta carencia técnica y de testeo, porque la historia está muy conseguida. Sus mecánicas jugables son interesantes y el diseño de los niveles cumple con rompecabezas bien ejecutados. La banda sonora compuesta por Pablo Rios es muy buena, pero con escasos temas. Es un juego interesante que nos mantendrá entretenidos, pero que requerirá de mucha paciencia por sus problemas técnicos.
Análisis del juego gracias al código de descarga facilitado por BadLand Publishing.