La supervivencia de una especie
Los trebhum han llegado a un planeta extraño dominado por un gran cilindro que avanza sin freno aplastándolo todo. Éste es empujado por una criatura que va destruyendo toda clase de vida. En el centro de toda esta locura se halla un trebhum que deberá reagrupar a los supervivientes de su especie para que no se extingan. Los peligros del planeta son innumerables, ya que hay una buena cantidad de depredadores al acecho. Ellos se valdrán de la unidad de su familia y sobre todo de su capacidad para evolucionar. Pronto se darán cuenta de que el planeta no es tan desconocido y que antiguamente formaron parte de él. Los recuerdos escondidos y algunas estructuras los ayudarán.
Evoluciones increíbles
Nuestro trebhum es un personaje singular, una bola peluda con dos piernas y una trompa. Se podrá desplazar libremente por el planeta, ya sea caminando o rodando a gran velocidad. Su trompa la usará para almacenar alimentos que absorberá, para atacar lanzando los objetos almacenados y escupir agua. Algunos de los elementos los hará evolucionar pudiendo saltar más alto, asustar a los depredadores, nadar o bucear, atraer moscas o adquirir formas para resolver algunos puzles. Los cambios no solo serán jugables, también cambiarán de aspecto que los diferenciarán.
Aunque la aventura la empezaremos controlando solo uno de ellos, pronto se irán uniendo otros trebhum a nuestra causa. Este número será limitado a cinco, pero podremos ir ampliándolo. Controlaremos a solo uno de ellos, mientras el resto nos sigue. Como cada uno tiene sus propias habilidades, cambiaremos a placer, algo que se volverá muy estratégico al intentar almacenar el mayor número de objetos o necesitar algún objeto específico o activar la habilidad necesaria.
Edificaciones extrañas, pero útiles
Se trata de un juego de exploración que nos permite total libertad de movimiento, pero cuidado porque el terreno estará limitado. De hecho, su jugabilidad se centra en el cilindro que todo lo aplastará hasta que podamos detener su avance. Para ello deberemos cruzar unas torres de protección para activarlas, que nos ofrecerán su protección en una zona determinada marcada por una barrera azul. Si cruzamos esta barrera la torre no soportará la fuerza del cilindro y se vendrá abajo, así que deberemos explorar esta zona buscando trebhums para ayudarlos y animarles a que se unan a nosotros. Para ello necesitaremos minerales o alimentos que nos requieran. En cada zona las torres de protección marcarán con un haz de luz las zonas de interés.
Las mazmorras esconderán elementos de la historia que nos explicarán el pasado de los trebhum gracias a una voz en off. La narración será en castellano acompañándonos toda la aventura y nos ayudará con las mecánicas del juego. En las mazmorras también tendremos diferentes puzles que superar. Su dificultad no es muy alta, ya que tienen que ver con saber usar bien las habilidades de nuestros graciosos personajes o la cantidad de integrantes del grupo. Hay algunas cuevas que servirán para mejorar las características generales a cambio también de minerales. En ellas mejoraremos la vida, el número del grupo, la resistencia, el almacenamiento del agua y aumentar nuestra capacidad estomacal.
Para darle ese toque de supervivencia tendremos que tener en cuenta diferentes elementos, como la resistencia cuando rodemos o nademos, la hidratación por la falta de agua y el hambre. Muchos de ellos los recuperaremos al tomar algunos alimentos y otros de la fauna, aunque perder un miembro tampoco es tan grave, el problema es que muera todo el grupo, por lo que se acabará la partida. Con un solo trebhum podremos visitar el santuario de resurrección. Este es un curioso monumento que nos permitirá almacenar los trebhum que nos acompañan, revivir aquellos que hayan perecido durante la historia y nos mostrarán los integrantes de nuestra tribu.
Un planeta extraño
The Eternal Cylinder se ha desarrollado bajo el motor gráfico Unreal Engine, para mostrar un mundo procedural algo vacío y recreado en 3D. Los animales salvajes habitan en libertad y aunque se mueven no dan esa sensación de fauna viva de otros títulos. El mundo es colorido, pero siempre limitado y bastante vacío. Sus tiempos de carga son algo largos para espacios tan pequeños que explorar. La banda sonora es ambiental e intenta no molestar. Un mapa nos mostrará los puntos de interés y la dirección que deberemos tomar para avanzar en la aventura. La cámara suele estar en la parte trasera del enemigo, pero en las mazmorras tiene problemas para ofrecernos una visión del personaje, afectando a una jugabilidad que en momentos de plataformas se vuelve torpe e incluso desquiciante.
La voz en off nos contará la historia como si estuviéramos viendo un documental. El trabajo es bueno, pero no acompaña el apartado gráfico. Éste expresa emociones y situaciones que no se acaban de plasmar en el juego, con personajes poco emotivos en sus reacciones, algo que nos puede hacer salir del juego y nos descentra de su historia.
Los Acólitos del cilindro
La fauna puede ser uno de nuestros enemigos y son capaces de comerse a nuestros compañeros o aplastarlos. Aunque los enemigos más temibles son los Acólitos del Cilindro, gigantescos enemigos mitad máquina y mitad animal. Estos tendrán un aura amarilla, que es una luz que nos arrebatará nuestras evoluciones, lo que hará que si nos exponemos demasiado nuestro personaje se quede en su forma más básica. Además, como el resto de depredadores, también podrán matar a nuestra familia. En un inicio estos enemigos se presentan de forma amenazadora, pero pronto caerán en la repetición.
Un documental interactivo
The Eternal Cylinder es una propuesta muy bien planteada con un narrador excelente que nos conduce por su historia. Tanta ambición queda frustrada en un apartado técnico que le resta personalidad a los trebhum. En el apartado artístico nuevamente se muestra ambicioso, siendo uno de los trabajos más acentuados. Muestra un mundo y una fauna bien diseñados, pero la carencia técnica vuelve a golpearle con zonas vacías y falta de acciones bien programadas. En el apartado jugable tiene un control torpe y algo tosco, pero con algunas rutinas interesantes, como la búsqueda de alimentos que nos hagan evolucionar o mantenernos con vida. Aunque hay que aclarar su que apartado técnico no es un desastre, pero le falta la ambición del resto de apartados.
Análisis del juego gracias al código de descarga facilitado por Cosmocover.