Con la salida de Will Gates y una restructuración interna, llegó a ser responsable de la sección Xbox, Don Mattrick. Este fue el principal causante de que Xbox 360 tuviera dos últimos años decepcionantes de vida. El daño no solo quedaría aquí, ya que lanzaría Xbox One con un problema gravísimo de comunicación y un sistema en el que los juegos eran el segundo plato. Tanto es así, que tuvo un problema de arquitectura, que hizo que PlayStation 4 fuera más potente. Después de falsas esperanzas y tecnologías que no se llegaron a ver, fue sustituido en su cargo por Phil Spencer.
Phil Spencer entendió que lo importante eran los videojuegos y empezó a corregir todos los errores del sistema. Además lanzó dos nuevas consolas, que corregían los fallos de arquitectura (Xbox One S) y la otra sería la consola más potente del momento (Xbox One X). Aunque pareciera extraño, ambas consolas han podido convivir al máximo nivel. Y han marcado el camino comercial de la marca Xbox con Xbox Series. Un par de consolas que volverá a encaminar a Xbox hacía lo último en tecnología.
Xbox Series X
Xbox series X es la consola más potente del mercado, con un diseño pensado para decorar un comedor, sin ser extravagante. Su caja negra rectangular y sus grandes rejillas de ventilación, podrían pasar como un elemento más, ya sea en posición vertical u horizontal. El sistema de ventilación será revolucionario, evitando el calentamiento y el molesto ruido que se suele generar al ventilar los componentes. Xbox Series cuenta con tres canales de distribución del aire, la placa base está dividida, un chasis disipador de calor, una cámara de vapor y un ventilador silencioso.
El corazón de la caja tiene una CPU de 8 núcleos AMD Zen 2 a 3,8GHz (3,6 GHz con SMT) y su GPU AMD RDNA 2, 52 CU a 1,825 HHz (12 TFLOP) (Proceso mejorado de 7nm). La RAM y ancho de banda alcanza los 16GB GDDR6 (10GB a 560 GB/s. 6 GB a 336 GB/s). Con esta potencia permite alcanzar los 4K y 60 fps de forma óptima. Además, se ha optado por una tecnología conocida como “Variable Rate Shading”, un recurso para los desarrolladores que podrían llegar a alcanzar los 8k en sus juegos y los 120 fps.
Xbox Series X tiene una calidad visual sin precedentes y una respuesta orden/acción altísima. Xbox series es compatible con la tecnología Raytracing, que mejora el aspecto final de los juegos una barbaridad. Se trata de una herramienta que juega con los reflejos y las fuentes de luz, capaz de reconocer los diferentes materiales sobre los que se proyectan. Esto cambia drásticamente el apartado visual, mostrando sombras y colores ultrarealistas.
Los juegos se almacenan en una memoria SSD NVMe de 1 TB, lo que permite acceder a la información de un juego a mucha velocidad, eliminando de esa forma los tiempos de carga. La opción “reanudación rápida”, nos permitirá dejar entre cuatro y doce juegos en stand by en la memoria y retomarlos con ocho segundos de espera. La velocidad de entrada y salida de datos alcanza los 2,4GB/s en bruto y si son comprimidos 4,8 GB/s. Cuenta con ranuras para instalar ampliaciones de memorias, como tarjeta de expansión Seagate de 1 TB para juegos de la propia consola y discos externos SSD o HDD para los juegos retrocompatibles.
Esta versión contará con un lector 4K UHD Blu-ray, en el que podremos ver películas UHD o desde el que instalaremos nuestros juegos físicos. Hay disponible un puerto HDMI 2.1, 3 USB y un Ethernet para la conexión online. Además, contará con conexión para todo tipo de tecnologías de sonido: Dolby Digital 5,1; DTS 5.1; Dolby TrueHD con ATMOS; L-PCM de hasta 7,1, sin olvidarnos de los altavoces del televisor, para el que se usará una tecnología de audio 3D para recrear un sonido envolvente. Todo esto por un precio de salida de 500€.
Xbox Series S
Se entiende como la hermana pequeña de la familia, con un diseño completamente diferente a Xbox Series X. Su estructura interna es parecida, pero con menos potencia, la CPU tiene 8 núcleos AMD Zen 2 a 3,6GHz (3,4 GHz con SMT) y su GPU AMD RDNA 2, 20 CU a 1,565 GHz (4TFLOP). Su RAM es de 10 GB GDDR6 (8GB a 224 GB/s y 2GB a 56 GB/s). Los juegos se ven igual que en Xbox Series X, con la diferencia de que la resolución baja hasta 1440p y 60 fps, pudiendo alcanzar los 120 fps. Muchos ya la están acusando de que su rendimiento afectará a los juegos de su hermana mayor y a la competencia. Desde Microsoft aseguran que no afectará, además ya han demostrado con Xbox One X y Xbox One S, que no hay problema de convivencia, más allá de bajar las prestaciones de los juegos.
La tarjeta de memoria es una SSD NVMe de 512GB, que podría parecer poca capacidad, pero hay que contar que los juegos ocupan en este sistema un 30% menos que en Xbox Series X, al ahorrarse en almacenamiento las texturas 4K. Para Xbox Series se cuenta con una tarjeta extraíble Seagate SSD de 1T, que tendrá un coste de 250€ extra para ampliar el almacenamiento. Esta versión es una consola más pequeña, que pesará la mitad y que no incluye el lector 4K UHD Blu-ray, así que es una consola dedicada por completo a la compra de juegos digitales, sin opción de jugar a nuestros juegos físicos. Todo esto le permite tener el precio más bajo de la generación, con 300€.
El nuevo mando
El mando que incluye Xbox Series tiene algunas modificaciones respecto al de Xbox One, considerado el mejor mando del mercado. Los gatillos siguen poniendo resistencia, pero se ahora tienen una textura para facilitar su agarre. La cruceta se ha mejorado, ya que antes contaba con 4 direcciones y ahora se han facilitado los 4 movimientos diagonales. La gran novedad es el botón Share, que pulsándolo permitirá capturar pantallas, grabar videos o entrar en streaming. Todo en una definición de 4K, sin la necesidad de molestos menús.
El sistema de batería seguirán siendo las pilas, una opción que a mí me gusta. Se pondrá a la venta un kit de carga y juega que cargará una batería en 4 horas vía USB-C. Personalmente, recomiendo ahorrarse los 23€ que costará e invertirlo en pilas recargables. Los mandos costarán 60€ y se pondrán a la venta en tres colores: negro, blanco y azul.
La gran noticia es que Xbox Series será compatible con todos los periféricos de Xbox One, excepto Kinect, así nuestros mandos antiguos, volantes o incluso el Adaptative Controller, ideado para personas con problemas de movilidad, podrán usarse sin resultar un gasto suplementario para jugar en casa con amigos o familiares.
Servicios imprescindibles
Si en algo se ha estado trabajando profundamente en los últimos años es en los servicios. En este punto, Microsoft y su Xbox Series no tienen rival. La gran noticia es la retrocompatibilidad con todas las consolas Xbox. Esto es muy importante, aunque no tendremos todos los títulos de salida, ya que los juegos tienen que ser adaptados por un equipo de Microsoft, y no podrán trabajar en juegos con licencias caducadas, o que se nieguen las compañías. Aun así, contaremos con todos los títulos que hay actualmente en Xbox One de la original Xbox y de Xbox 360. Eso hace que en la biblioteca y en la Store tengamos de salida cientos de juegos.
Esta retrocompatibilidad no será un trato del juego tal y como lo conocemos, ya que el equipo de desarrollo trabajará en estos juegos para adaptarlos a Xbox Series y aprovechar todas sus ventajas, por lo que podremos ver juegos de la primera Xbox corriendo en 4K, usando tecnología HDR, con texturas mejoradas y doblando y cuadruplicando la tasa de frames. Por otro lado, estarán los juegos de Xbox One, que directamente parecerán remasterizaciones. Todo ello sin un coste adicional y descargando una actualización gratuita.
La tecnología Smart Delivery hará que esta biblioteca no se quede solo en nuestra Xbox Series, si no que sea compartida con otros dispositivos sin un gasto extra. Además de seguir jugando allí donde lo hayamos dejado en cualquier sistema con Windows 10 o en tabletas y teléfonos móviles con Android, gracias al poder de la nube (xCloud).
La joya de la corona es el Xbox Games Pass, el servicio que por una cuota de 10€ al mes, tendremos a nuestra disposición más de 100 juegos. Entre estos estarán todos los juegos exclusivos de Xbox Studios, sin ninguna limitación y desde el día de lanzamiento. Además se ha incluido el servicio de EA Play con una selección de juegos de Electronic Arts. Sin olvidarnos de Xbox Game Pass Ultimate que por 13€ tendremos acceso a los 100 juegos más el servicio Gold. Este incluye juego online, 4 juegos al mes gratis, descuentos y xCloud para PC y móviles.
Un futuro prometedor
El 10 de noviembre es la fecha en la que se pondrán a la venta Xbox Series X y Xbox Series S. La primera opción es perfecta para el jugador hardcore, que tenga una televisión 4K y una biblioteca de juegos físicos de las anteriores Xbox. La segunda opción es perfecta para momentos de crisis financiera. Un precio menor en una consola potente, que además se puede beneficiar del Xbox Game Pass para ser la combinación perfecta. No hay que olvidar que el coste de los videojuegos en esta generación rondará entre los 60-80€. Microsoft lo hizo muy mal con Xbox One, pero parece que Phil Spencer sabe el camino a seguir. Esta vez Sony se va a encontrar con un duro rival, al menos por números.