Erdrea
Como es habitual, el juego estará compuesto por mazmorras y reinos que deberemos recorrer. En los reinos podremos comprar objetos, equipo, armas, descansar o rezar en las iglesias. Las iglesias se usarán para guardar partida al confesarnos, pero también podremos curar el envenenamiento, saber nuestra experiencia, recibir la bendición o resucitar a nuestros compañeros pagando una cantidad de dinero. Las conversaciones serán las que nos permitan continuar nuestra aventura o aceptar misiones secundarias. Estas se diferencian por el color de la marca del personaje no jugador. Por ejemplo, los rosas indicarán pistas para seguir con la aventura principal y los morados indicarán las misiones secundarias. Otros colores serán el azul para conversaciones y los blancos que solo nos dirán lo puesto en el bocadillo.
Los caminos son tratados como mazmorras, pero también las habrá en subsuelos y cuevas, zonas más laberínticas. Los monstruos se moverán libremente por estas zonas, incluso reaccionarán según su medio ambiente. Acercándonos a ellos, podremos empezar una pelea, permitiéndonos escoger cuándo luchar. Si somos sigilosos y no nos ven, podremos lanzar un ataque preventivo que les restará vida. Cuando nos desplacemos en barco, los combates serán aleatorios como ha sido siempre tradición en la saga. Las mazmorras esconden cofres con diferentes objetos y materiales que usaremos en la forja. Estos materiales también los podremos encontrar en las zonas brillantes del suelo: cortaremos plantas, picaremos minerales o agitaremos árboles para conseguir sus frutos. En las ciudades además podremos abrir armarios, romper barriles de madera o de cerámica y leer libros de librerías (estos nos explicarán sobre la cultura de Erdrea o nos ofrecerán los planos para crear nuevos equipos en la forja).