Deck Nine (que hasta mayo del pasado año se llamaba Idol Minds) recibió el encargo de Square Enix de desarrollar esta precuela de Life is Strange. La sustitución de la desarrolladora ha surgido porque Dontnod Entertainment cuenta con un equipo pequeño, que actualmente está enfrascado en dos grandes proyectos. Uno es Vampyr, un título del que se sabe muy poco, salvo que se tratará de un RPG en el que su tema girará sobre vampiros. Este título podría ser uno de los grandes tapados de 2018. El otro es la segunda temporada de Life is Strange, del que aún se sabe menos, pero que podríamos disfrutar este mismo año.
Deck Nine ha cambiado de motor gráfico, sustituyendo el Unreal Engine por Unity. Un cambio que no afecta al acabado gráfico, ya que Life is Strange no era un portento gráfico, además de un título intergeneracional (programado para consolas de la anterior generación y la actual). El rendimiento incluso mejora, no encontrando bugs tan graciosos ya, como personajes invisibles. Ambos motores comparten ciertos movimientos de los personajes algo ortopédicos, limitaciones del propio diseño de estos.
Life is Strange
En el título original éramos Max, una chica de 18 años que descubría que tenía la capacidad de viajar en el tiempo. Hace 5 años se fue a vivir a Seattle, y ahora vuelve a Arcadia Bay, donde deberá empezar desde cero en el instituto. La población de Arcadia Bay esta en shock, ya que la chica más popular del instituto ha desaparecido. No tardará en encontrarse con la problemática Chloe, su mejor amiga de la ciudad, y juntas se verán envueltas en la desaparición de Rachel, en un extraño fenómeno que sucederá en 4 días y amenaza a la ciudad.
Es un thriller centrado en las relaciones entre adolescentes, con un toque sobrenatural. Max podrá viajar en un corto espacio de tiempo, a nuestra voluntad, permitiéndonos realizar acciones y modificarlas si no estamos convencidos con el resultado, siempre que no cambiemos de escena. Esta habilidad nos permitirá resolver puzles, debiendo encontrar las acciones que deberemos realizar para cumplir con nuestro objetivo, una especie de efecto dominó.