Un genio llamado Frédérick Raynal
El creador de Alone in the Dark es Frédérick Raynal, aunque la idea principal no fue concebida por él. Aún así, es interesante conocer cómo llega Raynal hasta Infogrames. Raynal es considerado un genio dentro de la programación en la industria gala. Él y su amigo Christophe Lacaze se juntaron en 1988 para programar su primer videojuego. Realmente no pensaron en lucrarse, por lo que su juego, PopCorn, un clon de Arkanoid, se distribuyó de manera gratuita por BBS (Bulletin Board System). La intención era darse a conocer y lo consiguieron al tener un tremendo éxito. El fundador de Infogrames, Bruno Bonnell, se puso en contacto con los dos y decidió ofrecerles un puesto en la compañía con total libertad creativa.
Bonnell es famoso en Francia por su olfato a la hora de contratar, pero también de ser muy exigente con los proyectos. Por lo que Lacaze no aceptó unirse a la compañía y Bonnell entró en un proyecto propio como Ed. El videojuego nunca vio la luz, ya que el departamento de marketing decidió cancelarlo después de un año de desarrollo. Bonnell, enfadado por el retardo de aquel proyecto, decidió no darle un segundo videojuego y lo degradó como un programador más. Su primer trabajo fue un port para PC del juego Alpha Waves de Atari ST. Era un extraño juego de plataformas desarrollado con polígonos, con el que experimentó jugando con las cámaras y ofreciendo una fluidez increíble. Era tan bueno, que dentro de la compañía se hacían turnos para poder jugarlo.
Pese a que tenía un prestigio importante dentro de Infogrames, durante un tiempo programó diferentes videojuegos y no le ofrecieron ningún proyecto propio. Dentro de la compañía había rumores de que Bonnell quería un juego de terror, antes de que la compañía saliera a bolsa. Raynal un fanático de las películas de terror, se interesó por dicho proyecto, que se inspiraría en la obra de H.P. Lovecraft, “La llamada de Cthulu”. Bonnell la bautizó con el nombre de In the Dark y rechazó a Raynal en el proyecto. Este no tardó en amenazarlo con irse de la compañía y Bonnell le ofreció que programara un port de SimCity para Commodore Amiga a cambio de participar en el proyecto. Así que en su horario laboral se dedicó a desarrollar dicho videojuego.
Un desarrollo complicado
Frédérick Raynal y su amigo Didier Chanfray quedaban en sus momentos libres en casa del primero con el objetivo de crear un motor gráfico. En 1991 lo completaron con una demostración de la capacidad de este. Se lo expusieron a Bonnell que quedó completamente alucinado con su innovadora estética poligonal, con el movimiento de las animaciones y la capacidad de crear luces y sombras. No se lo pensó dos veces y Raynal fue nombrado director creativo y Chanfray se encargaría de las animaciones 3D y de crear bocetos para el universo de Alone in the Dark. Raynal quería controlar un equipo pequeño por lo que contrató a Yaël Barroz como artista 2D y encargada de los bocetos, que acabó casándose con Raynal. En la imagen inferior, podemos ver a Laurent Salmeron, Didier Chanfray, Frédérick Raynal y Yaël Barroz, que a la postre fundarían su propio estudio, del que os hablaremos luego.
Dentro de Infogrames no se fiaban de dejar un proyecto en manos de Raynal. Principalmente Eric Mottet, que amplió el equipo con Chardot y Girolami. Hubert Chardot sería el guionista de la historia y Franch de Girolami ayudaría en la programación. Este hecho sucedía de forma habitual en muchos proyectos, pero hizo que el equipo tuviera diferentes encontronazos. Bonnell tenía la intención de lanzar el juego en un año y eran constantes sus prisas por acabarlo. El juego presentó una demostración en la feria ECTS, anunciándolo como “una creación de Frédérick Raynal”. Por lo que Bonnell tuvo un ataque de ira, intentando que retiraran el cartel y confesando que odiaba el juego y que no tenía nada que ver con su idea original.
El juego debía ser oscuro, pudiendo usar de forma limitada las cerillas, para crear una tensión permanente en el jugador. Este se inspiraba en el imaginarium de la obra “La casa de la bruja” por decisión de Chambert. A la propietaria de los derechos de la obra de H.P. Lovecraft, Chaosium, no le gustó el videojuego y les retiraron la licencia para crear una obra con su nombre. Lo que resultó una pérdida de millones en royalties para Infogrames. Al final terminaron el juego, que se denominaría Alone in the Dark. Bonnell decidió que empezaran a trabajar en su secuela, que debería estar terminada en 6 meses.
Adeline Software
Hasta las narices de Bonnell, Raynal se presentó a varias entrevistas, una de ellas era para Delphine Software. Una desarrolladora que estaba reuniendo talento como Paul Cuisset (Flashback) y Eric Chahi (Another World). Este no quiso formar parte de sus filas, pero le llamó la atención la propuesta de Paul de Senneville, ya que este le permitía crear su propia empresa, Adeline formando parte del conglomerado de Delphine. Raynal, Chanfray y Barroz presentaron la carta de renuncia después de la fiesta de lanzamiento de Alone in the Dark. Por lo que un resacoso Bonnell empezó a proferir gritos e insultos, aunque oficialmente dijo: “¿Os vais? Pues hasta luego”. En Adeline Software, Raynal creó el genial Little Big Adventure (y su segunda parte), una aventura en perspectiva isométrica también con gráficos poligonales, de gran recuerdo a los aficionados al género.
La historia de Alone in the Dark
Estamos en 1924 en Luisiana, donde Jeremy Hartwood decide suicidarse ahorcándose en su mansión, Derceto. Los rumores son que la casa está maldita, ya que todos sus propietarios corren la misma fortuna. La policía, después de una investigación no muy profunda, decide archivar el caso. Aquí es donde aparecen sus dos protagonistas: Edward Carnby y Emily Hartwood. Carnby es un investigador, que ha sido contratado por un vendedor de antigüedades. Su objetivo es encontrar un piano que está en el desván y que tiene mucha importancia. Hartwood es la sobrina del fallecido y su intención es encontrar el mismo piano, donde cree que hay una nota explicando el suicidio de su tio. Escojamos el personaje que escojamos, nos hará jugar exactamente la misma partida.
Un motor gráfico sorprendente
Alone in the Dark nos mostraría la mansión Derceto en Luisiana, mezclando cámaras con diferentes planos con gráficos renderizados. Eso quiere decir que los escenarios no tenían ningún tipo de animación, siendo dibujos para que el rendimiento no bajara. Los personajes estaban creados completamente con polígonos y se movían por el escenario con completa libertad. La mansión no era una zona oscura, todo lo contrario, tenía unos colores muy vivos. En el juego no tendríamos ningún tipo de indicador en pantalla, algo extraño, pero que era normal. El personaje no tenía vida, la munición la sabríamos por el menú y los indicadores de misiones y situaciones no eran muy dados en aquella época.
Cada habitación podía contener un puzle, una trampa o nos esperaría alguna criatura, en su mayoría zombis. Las trampas podían consistir en un maléfico pajarraco que cruzaba una habitación y nos mataba. La única manera de impedirlo era bloquear su entrada empujando un mueble. Sorprendería la fluidez de las animaciones al moverse e interactuar con el entorno y objetos. Aparte de la casa también exploramos unas cuevas que hay debajo de la mansión, en un escenario bastante tétrico.
La dura jugabilidad de Alone in the Dark
Los entornos y la excelente banda sonora junto a los efectos de sonido, creaban mucha tensión en el jugador. La jugabilidad era algo tosca y ha envejecido realmente mal, pero conseguía que el enfoque de supervivencia se acentuara. El control del personaje nos permitía movernos hacia delante o atrás y con los direccionales, que este rotara. Entre la lentitud del personaje y que había que girar para cambiar de dirección, cualquier enemigo nos metía en problemas. Aparte de movernos, el siguiente elemento más importante era un menú. En este podíamos ver los objetos que recogíamos en 3D, pero no solo eso, también se usaba para activar cualquier opción: recoger objetos, manipular armas, ver la munición, etc.
Todo era muy engorroso y no menos lo iba a ser el combate. Todo pasaba muy lentamente y aún así, apuntar a los enemigos se hacía complicado. Si estos nos alcanzaban se acabaría la partida. Entre nuestras armas, estaban nuestros puños, cuchillos, espadas, un revólver y una escopeta. Los enemigos variaban de forma, algunos los podíamos eliminar, pero otros no, por lo que teníamos que salir de las habitaciones a toda velocidad. El número de enemigos no era muy grande, habiendo por ejemplo 10 zombis a los que derrotar en la mansión. Muchos de los enemigos, más que combate, requerían de astucia para sortearlos.
Popularidad de Alone in the Dark
Alone in the Dark costó 400.000 dólares durante su desarrollo y vendió un total de 2.500.000 copias. Es un juego clásico y todo un mito dentro del ámbito de los videojuegos. Fuera de él no ha tenido tanto renombre como otros productos, pero si ha inspirado a muchos videojuegos. Por un lado su aspecto gráfico con entornos renderizados, era una tónica habitual en consolas como PlayStation. Podemos encontrar juegos como Final Fantasy VII, Dino Crisis y Resident Evil, entre otros muchos. Los juegos de acción solían tener muchos enemigos en pantalla y gastábamos mucha munición. En cambio, en Alone in The Dark primaba la escasa munición, haciendo que el jugador adoptara una sensación de supervivencia continua. Esto rompía el molde de los juegos de la generación y daba un nuevo sentido a los juegos de terror. Fuera de los videojuegos, podemos encontrar una película dirigida por Uwe Boll en 2005 protagonizada por Christian Slater, Stephen Dorff y Tara Reid. Realmente es una producción muy olvidable, como casi todas las conversiones de videojuego a película.
Una IP sin continuidad en el éxito
La primera entrega, pese al mal desarrollo, vendió muy bien y fue un juego top de su generación. Actualmente el juego ya no es como en aquella época quedando algo anticuado. Aun así Infogrames y ahora THQ Nordiq han intentado que la licencia continuara de moda. En 1993 recibimos Alone in the Dark 2, con una historia lineal, basada en las historias de piratas. Del equipo original solo quedaron Franck de Girolami y Hubert Chardot. Tuvo una versión mejorada para PlayStation y Sega Saturn tres años después, pero le cambiaron el nombre por Alone in the Dark: Jack is Back. En 1994 llegaría a las tiendas Alone in the Dark 3 (en la imagen inferior) que nos llevaba a la desaparición de un equipo de cine en un pueblo fantasmagórico del Oeste.
Con Infogrames desaparecida en 2001, llegó Alone in the Dark: The New Nightmare para PlayStation, PlayStation 2, Dreamcast (en la imagen inferior) y PC. Sus protagonistas volvían a ser los de la primera entrega. El motor gráfico conseguía proyectar luces en fondos 2D. Tuvo una versión para Game Boy Color que realmente era sorprendente, pese a quitar contenido y escenas de vídeo. En 2008 se realizó un reboot de la saga, que nos situaba en Nueva York. La jugabilidad nos llevaba a un juego de acción y conducción. Lamentablemente, una jugabilidad tosca y los bugs se cargaron la experiencia. Tuvo una versión mejorada para PlayStation 3, que ampliaba con nuevas zonas y un nuevo jefe.
Pionero
Alone in the Dark es un juego que se nos ha quedado en el recuerdo y un mito a la altura de Cthulu. Su irrupción marcó a muchos jugadores y a desarrolladores que imitaron su fórmula e incluso la mejoraron. Cuando el terror parecía enfocado a la acción con juegos como Doom, Alone in the Dark marcó nuevas bases y reglas. Demostró que no todo eran explosiones y sangre, siendo más agobiante el pánico a lo que se esconde detrás de cada puerta de la mansión. A día de hoy pese a que hemos tenido muchos juegos con una ambientación muy Lovecraftniana, este título es el que mejor experiencia nos ha ofrecido y quedará para siempre entre nuestros terrores favoritos.