No os lo vais a creer, pero desde que escribo sobre videojuegos y los analizo, muchas veces tengo pesadillas sobre ellos. Debe ser un efecto secundario a las largas sesiones que debo realizar, sobre todo a las que pertenecen a antes de irme a dormir, ya que con peques en casa tengo limitado el horario. Posiblemente algo parecido le pasa a Ricardo Rodríguez, más conocido como Rad, quien quedándose dormido después de una sesión de videojuegos, se despierta escuchando a su consola hablarle. Yo siempre me he imaginado a mi consola como un ser femenino, curiosamente en este caso Dusty, tiene voz de borracho y usa un lenguaje muy soez, nada que ver con Cortana. Este invita a Rad a traspasar la pantalla de su televisor, para protagonizar el último videojuego. Su misión será erradicar la corrupción en la selva y, para ello, no hay manera más rápida que usar una ametralladora estilo Duke Nukem.
Autocensura
Nada más conectar el videojuego, nos permitirá seleccionar que tipo de jugador va a jugar. Si son los peques de la casa, podremos quitar la sangre que derramarán nuestros enemigos, y un pitido protegerá sus oídos de las palabras malsonantes. Todo el juego tendrá voces en inglés, y quitando las cinemáticas, estas no están subtitulados al castellano. Podremos entrar en las casas de los habitantes de la selva, quienes nos ofrecerán un obsequio, además de una charla graciosa, aunque en ocasiones de mal gusto, con los textos en castellano. Si en cambio somos adultos, podremos disfrutar de la sangre y los improperios, muy al estilo de Conker, aunque se echa de menos los personajes eróticos de este.
Plataformas, disparos y mucha mala leche
Su estilo está basado en los noventa, una especie de homenaje a una década prodigiosa para las plataformas. Manejaremos a Rad, un niño que deberá salvar muchos obstáculos, mientras acribilla a todos los enemigos que le salen al paso con su fusil. Las plataformas pondrán a prueba nuestra pericia al mando, con saltos ajustadísimos, sobretodo en los niveles finales. Deberemos saltar sobre plataformas móviles, destruibles, inmóviles y ascensores; sortear rayos láser de diferentes colores (el rojo nos quitará una vida entera), sierras mecánicas, cintas mecánicas que nos llevan a un final indeseable, o caídas en picado a zonas con pinchos, incluso el agua nos quitará vida.