Empieza la invasión
La aventura nos lleva a una película de ciencia ficción y terror, seres de otro mundo llegan al nuestro para ¿destruirlo? Nosotros seremos una familia que vive tranquila y alejada de las grandes metrópolis. Tengo que destacar el inicio del juego, como uno de los momentos más aterradores y mejor dirigidos que he jugado hasta ahora. Unos minutos que me hubiera encantado que se hubieran mantenido más tiempo. Lamentablemente la irrupción de una explosión y una gran batalla mezclada con un ataque directo a la población, transforma esa tensión en un juego de supervivencia. En ese momento tomaremos el control del padre de familia obligado a proteger a su mujer, hijo y perro.
La mejor posición es el sótano donde se esconden de la tragedia que sucede en la superficie, hasta que algo choca con la casa, quedando un piloto atrapado con ellos con pocos minutos de vida. El padre se acercará a él y le dará la mano, momento en el que perderá el conocimiento después de ver unas visiones extrañas. Al despertar, su familia ya no estará con él, solo quedando a su cuidado el perro. La mano que tocó al piloto ahora tiene la capacidad de iluminarse con descargas azules. Es el momento de ir a buscar a su familia, ya sea porque han huido sin él o porque han sido secuestradas.
Un apartado poligonal
Somerville deja atrás la perspectiva 2D de Limbo, acercándose a las 3D de Inside, aunque en esta ocasión el desplazamiento será libre, pero limitado y no lateral. Sí, tenemos un mundo más abierto y a la vez más complicado para moverse. A veces la profundidad está para confundir y otras para encontrar a algunos “amigos”, y acaba siendo más una lacra de situaciones que acaban desinteresando al jugador, que acaba avanzando con la intención de superar el juego. Lo que sí me ha gustado es cómo juega con la perspectiva de la cámara y cómo van sucediendo cosas a nuestro alrededor. En su viaje por el infierno visitaremos el bosque, ciudades, las autopistas, el subsuelo y otras zonas, y todas ellas nos contarán una historia con su escenario post apocalíptico.
Como ya hemos avanzado, no hay ni una sola palabra, ni voz… Todo el juego es mudo, dejando el protagonismo a los efectos sonoros. Unos efectos sonoros que tendrán que ver con los visitantes. Tampoco tiene muchas melodías, aunque hay que reconocer que el piano le da un drama a la aventura bestial. Es una pena no tener más composiciones para dotar al conjunto de mayor énfasis.
Poderes de otro mundo
El desplazamiento por los escenarios es lento, torpe y errático. Su protagonista, pese a que puede correr en ocasiones, es bastante lento de movimientos. Al darle esa perspectiva y algunos ángulos de cámara algo alejados o incluso los demasiado cercanos, nos harán que nos quedemos atrapados en cualquier obstáculo. La resolución de puzles es bastante orgánica y no tendremos ninguna pista. Llegaremos a un punto que no podremos avanzar y deberemos solucionarlo con lo que tengamos a mano. Activar palancas, empujar objetos y los más importantes los poderes. Estos los ejecutaremos con el brazo y siempre requerirán de una luz o una bengala. Así, las descargas azules del brazo harán líquido cualquier material sólido, mientras que las rojas transformarán en sólidos los líquidos.
Momentos espectaculares
El juego presentará muchas situaciones realmente espectaculares, como naves capaces de abducir vehículos. No faltarán las persecuciones, ya que habrá enemigos cuadrúpedos que buscarán humanos para aniquilarlos. Un paso en falso o cualquier sonido los alertarán y seremos desintegrados en cuestión de segundos. En muchas ocasiones jugarán con las luces y la iluminación, algo que se ha trabajado duramente. Para evitar ser vistos podremos usar coberturas. Habrá situaciones que parecerán el fin de nuestro protagonista, pero aparecerán seres en su rescate. ¿Serán enemigos, otros extraterrestres enfrentados a los que nos invaden o humanos preparados para esta invasión?
Conclusión
Somerville es capaz de lo mejor y de lo peor, es capaz de crear situaciones terroríficas y de tensión y mezclarlas con zonas donde solo nos desplazaremos carentes de interés. La ambientación es simplemente brutal con unos diseños que nos sumergen en una invasión alienígena despiadada. Los puzles que son parte importante de este tipo de juegos, podríamos decir que los hay muy buenos, otros excesivamente sencillos y algunos que se resuelven antes de ver el problema. En este sentido era una sensación extraña, donde el reto era mínimo y parecía que todo lo hacía por inercia. El clímax es su parte final, que tendrá cuatro finales diferentes dependiendo de si conseguimos entender el patrón musical. Sus cinco horas de juego están por debajo de la experiencia Limbo, pero merece la pena jugarlo.
Análisis del juego gracias a la descarga propia de Xbox Games Store.
Las capturas han sido realizadas In Game propias de la versión de Xbox Series S|X.