Juego independiente
El equipo de desarrollo de Dune Sea es Frolic Labs, que no cuenta con grandes presupuestos para su juego. Han contado con el motor gráfico Unity trabajando con un título 3D. Gráficamente los resultados son de un título de buena factura para el espectador. La cámara nos seguirá con un plano lateral, donde el principal protagonista es el ave, quien podrá moverse libremente por la pantalla. Los escenarios están recreados con fondos y objetos poligonales. Deberemos vigilar con no volar muy alto, no chocarnos con piedras, ni acercarnos en exceso al suelo. Recorreremos un total de 12 niveles, para desbloquear un nuevo modo de juego, Mar de Neón. Este modo incluirá tres nuevos niveles, en los que primarán las luces de neón.
El vuelo
En el menú de opciones podremos seleccionar el modo de aventura que queremos realizar. Por un lado está el modo Zen, es un modo sencillo, en el que no tendremos que fijarnos en la resistencia de nuestra ave o en chocarnos, ya que una esfera impedirá que muramos. Este modo no tiene ningún reto en sí, por lo que no es especialmente entretenido. El modo al que recomendamos jugar es el modo clásico. En este modo chocarnos contra algo significará nuestra muerte o durante el vuelo nos iremos fatigando. La fatiga se representa en una barra en la parte inferior derecha de la pantalla.
El vuelo lo controlaremos con el gatillo derecho que nos permitirá batir las alas, controlando la altitud. Por otro lado está el stick izquierdo que hará que nuestra ave se dirija en cualquier dirección. Además tiene tres habilidades, el acelerón, la caída en picado y el aterrizaje. Las dos primeras consumirán un alto porcentaje de resistencia. Por otro lado el aterrizaje nos permitirá descansar y recuperar dicha resistencia. Eso sí, la recuperación solo se podrá realizar en los puntos de guardado. El control es algo tosco, sobre todo para corregir altura o cambios bruscos de dirección.
Alimentación, aros y aves
En el modo clásico el animal se fatigará, pero durante el vuelo podremos recargas sus energías. Para conseguirlo deberemos alimentarnos con polen, flores, piñas o frutos de cactus. Algunos elementos irán volando por el entorno, mientras otros estarán fijos en sus elementos. Durante nuestro trayecto encontraremos a otras aves. Si pasamos cerca de estas, podremos graznar para llamar su atención, uniéndose una de ellas a nuestro vuelo. La función de estas aves será la de desbloquear los aros.
Los aros no estarán a simple vista, por lo que algunos tendremos que buscarlos por el escenario. Una vez encontremos uno de ellos, deberemos atravesarlo con el número de aves que este indique. De no hacerlo no pasará nada, pero si lo hacemos activaremos la ruta de los aros. Esta ruta nos obligará a cruzar por diferentes aros que se irán activando a nuestro paso a través de ellos. En ocasiones hemos sufrido errores, al cruzar dichos aros, no detectando nuestro paso, por lo que hemos tenido que volver atrás para activarlos. En otras ocasiones los aros están tan separados, que no hemos encontrado la ruta. Finalizar una ruta activará elementos del escenario, permitiéndonos acceder a nuevas rutas o coleccionables. En el momento de conseguirlo cambia la cámara, pero no frena la acción, por lo que hemos tenido varios accidentes por un mal diseño.
Escenarios y enemigos
Nuestro pato recorrerá diferentes ambientaciones pasando por desiertos, volcanes, ríos, cuevas, manantiales o el bosque muerto. La función principal es no accidentarnos, por lo que los escenarios tendrán algunas trampas. En su mayoría son piedras que se mueven por arte de magia o con la ayuda de algún geiser. Otras son mecanismos temporales, pero lo que más gracia nos ha hecho son unos bloques móviles. Estos bloques de gran tamaño se mueven por el escenario, pero no hemos tenido claro si está hecho a propósito o es un glitch del propio juego. También podremos encontrar nubes de veneno, si las rozamos la cámara realizará un zumbido, complicándonos el movimiento de nuestra ave.
Si volamos bajo podremos encontrarnos con el único enemigo que hay en todo el juego. Este es una planta carnívora, si pasamos cerca lanzará sus raíces para tragarnos. Como pasa con los aros, la localización del golpe a veces nos juega malas pasadas. Los escenarios esconden un reto y es el de conseguir las 34 flores amarillas. Estas están escondidas por el escenario y algunas requerirán que completemos las rutas de los aros para acceder a ellas.
Sensaciones
Quizás esta parte debería ir en valoración, pero tenemos un límite de palabras para describirla. La gran pregunta que me hago es: ¿qué buscaban los desarrolladores al realizar este juego?, ¿una aventura épica?. Si es así no he entendido mucho su historia. Ni los sucesos durante esta, como la aparición de un depredador, que es más decorativo que otra cosa. Quizás haga su aparición al recolectar las 34 flores, desafío que no me ha motivado para cumplirlo.
¿Un juego de exploración? En este sentido el juego invita a avanzar por sus controles, pero no volver atrás. Su tosco control, el hecho de la fatiga y una sensación de desorden no invitan a hacerlo. Si a esto añadimos las fallidas rutas de aros, tenemos un cóctel perfecto de avanzar y no mirar atrás. ¿Un título que mezcla gráficos con música? En este aspecto es en el que más acierta, con unos gráficos efectivos y una banda sonora correcta, aunque algo repetitiva. Temas con teclados, guitarras y violines que acompañan la aventura, hay que destacar los temas disco de los niveles de Mar de Neón, las mejores composiciones del juego.
Análisis del juego gracias al código de descarga facilitado por Evolve PR.