Luz contra Caos
Antes de existir los universos gobernaba el Caos, siendo su señor el que creó el espacio tiempo y con ello diferentes universos. A todo el conjunto se le llamó Aeterna en la que vivían diferentes seres. Pronto a estos seres les corrompió la ambición de poder y rompieron la utopía creada por el señor del Caos. Empezó una guerra entre ellos dividiéndolos entre la oscuridad y la luz. Una guerra por algo que no les pertenecía como era Aeterna y que acabó maldiciendo a todos en una conquista eterna. Desde entonces dos reyes malditos se enfrentan entre ellos, el rey del caos y la reina de la luz. En esta última lucha muere el rey del Caos, cayendo al reino de los mortales.
Ahora que es un mortal deberá ir recuperando su dones, en una batalla por Aeterna. Su objetivo es volver a ascender a los cielos, por lo que necesitará los 7 fragmentos del altar de los reyes. Estos le harán recuperar todo su poder para volver a la lucha contra la reina de la luz. Una batalla que equilibra las fuerzas que gobiernan Aeterna y que sin ella volvería a reinar el caos.
Aeterna
Recorreremos Aeterna en busca de los 7 fragmentos por 16 zonas bien diferenciadas y de bella factura dibujadas a mano, pasando de escenografías oscuras y medievales, hasta lugares futuristas. Me gustaría destacar que muchos de sus fondos son animados, monstruos gigantescos que se desplazan escondidos en la oscuridad y son descubiertos por un relámpago. Visitaremos la Ciudad Famélica, La forja, la bahía, las minas Goblin y la imponente torre de la luz con sus fatídicas explosiones, entre otras zonas. Los efectos visuales son destacables en la iluminación y efectos 3D. Se trata de un metroidvania 2D de desplazamiento lateral, pero con algunas mecánicas Soulslike.
De inicio tendremos dos opciones de juego: Aeterna y Noctis. Aeterna es el modo normal, en el que se ha rebajado bastante la dificultad de las plataformas y combates. Hay zonas que siguen siendo complejas, pero el avance es más rápido centrándose en la acción y exploración. El modo Noctis es el difícil y considerado el normal. Los combates son más duros, sobre todo contra jefes finales donde nuestra habilidad deberá rozar la perfección para esquivar sus golpes. Las zonas de plataformas serán más exigentes, con plataformas y obstáculos que requerirán muchas repeticiones. Superarlos requerirá aprender mecánicas y conocer nuestras habilidades. Si no superas un tramo, piensa qué es lo que no estás usando bien o qué habilidades estás obviando. Podremos cambiar la dificultad en cualquier momento sin penalización.
El diseño de los retos y de los puzles es soberbio requiriendo que el jugador esté siempre aprendiendo a usar las habilidades. Pese a ser un juego difícil, siempre ofrece esa sensación de que se aprende. Y no solo eso, la sensación de superar cualquier tramo es muy satisfactoria, por lo que podemos quedarnos horas intentando terminar una zona sin hacerse pesado. Para facilitar las cosas, en el nivel de Aeterna se han añadido muchos puntos de control (Antorchas), mientras que en Noctis los puntos de control se han colocado estratégicamente para no desesperarnos en los retos obligándonos a realizar grandes viajes para afrontarlos.
El pago de la mortalidad
Aeterna Noctis presenta un mundo muy traicionero y repleto de mala idea, por lo que tiene una estructura muy clásica en el género. Por un lado, están los tronos, que son la zona de descanso donde recuperar la salud, punto de control, el nexo entre los diferentes territorios de Aeterna y la zona donde mejorar nuestras habilidades a cambio de experiencia. Una experiencia que si morimos en el camino quedará en el lugar donde hayamos perecido o la poseerá el enemigo que nos haya matado. Aunque muramos en el intento de recuperarla, ésta se mantendrá en la zona. Si decidimos no recuperarla no acumularemos experiencia y perderemos la que teníamos. Derrotar enemigos nos premiará con monedas, sangrado, pócimas y un porcentaje de experiencia.
Los combates son sencillos, pero los enemigos son tan puñeteros como las trampas (cuchillas, suelos con pinchos, lanzas) y plataformas traicioneras. A veces se confundirán con los fondos y no los veremos venir, otras veces sus ataques intentarán sorprendernos, obligándonos a aprendernos sus mecánicas de ataques. Mecánicas que a veces combinarán para complicarnos las cosas con ataques cuerpo a cuerpo, proyectiles, escudos e incluso inmolarse una vez acabemos con su vida. Si los rozamos también perderemos vida, algo muy desquiciante cuando la pantalla se llena de enemigos o completamos hordas. La variedad de enemigos supera los 100 tipos, entre los que nos encontraremos limos, fantasmas, insectos, guerreros humanos, robots, animales salvajes y otras criaturas.
Los combates más duros serán los jefes finales; hay más de 20 y algunos de ellos son opcionales. Estos tienen un buen tamaño y tendrán diferentes ataques que dependerán de su colocación. Estos patrones deberemos aprenderlos y aun así pueden resultar complicados de esquivar, sobre todo cuando son capaces de llenar la pantalla de ataques, pudiendo solo pasar por zonas muy limitadas. No faltarán los momentos de plataformas en las que un paso en falso nos hará perder una vida.
Lord Drake VI y los mercaderes
Desplazarse por los escenarios nos irá mostrando parte del mapa, aunque el historiador y arqueólogo Lord Drake VI nos ofrecerá un mapa por un módico precio. Si queremos saber el lugar de los secretos el pago será mayor. Los secretos se esconden en paredes que deberemos palpar para saber si son entradas. Entre los secretos encontraremos: 75 Fragmentos del espejo del alma (reflejan lo que el monarca desea), 116 cofres (monedas), 35 notas, 14 melodías, 20 fragmentos de corazón (reuniendo 3 ampliamos un punto de vida) y las 10 llaves de las pruebas del templo (Habilidades extra). Nos venderá tres tipos de marcadores que instalaremos en el mapeado, algo que otros juegos hacen gratis.
Para terminar, nos ofrecerá pociones de salud y viales dimensionales. Solo podremos transportar uno de cada, el primero rellenará un punto de vida y el segundo nos transportará a un trono desde cualquier lugar. Hay otros mercaderes que nos ofrecerán objetos coleccionables y mejoras, incluso billetes del sistema de raíles. El rey del Caos podrá equiparse con diferentes armas, algunas las encontraremos por el escenario ofreciendo mecánicas nuevas y otras serán misiones que nos pedirán algunos habitantes. Estos nos ofrecerán guadañas de movimiento lento pero que sangran más a los enemigos, espadas con historias interesantes o shurikens, entre otras. Por el escenario encontraremos un hacha que usaremos como ataque recargado, siempre y cuando tengamos la sangre necesaria.
El templo de los reyes, árbol de poder y las gemas
En el Templo de los Reyes nos esperan 10 puertas de las pruebas del templo, que responden al poder perdido del rey del caos. Superarlas nos recompensará con habilidades como un impulso, flechas que nos teletransportan (también dañan y activan mecanismos lejanos), regenerar nuestra vida con fragmentos, doble salto y apoyarse en paredes. Hay otra habilidad basada en la gema de sangre, que nos permite rellenar la gema de sangre de los enemigos para curar un punto de vida y, como hemos nombrado, realizar ataques especiales. Para mejorar nuestro personaje estará el clásico árbol de poder. En él gastaremos nuestros puntos de experiencia en tres variables: mejorar nuestra destreza con armas, las habilidades mágicas o la agilidad. Inclusive nuestra salud mágica.
Por el escenario encontraremos gemas de poder, ya sea completando misiones o encontrando las zonas secretas. Las gemas nos ofrecen mejoras pasivas, tanto para las armas como para nuestras habilidades, que encajaremos en la armadura colocando un máximo de 6 gemas. Hay tres tipos de gemas de potencia: (3) comunes, (1) alta potencia y (2) gemas oscuras.
Un elaborada historia
Aeterna Noctis contiene un lore muy trabajado por parte del equipo, que descubriremos con los diferentes personajes que lo pueblan. En la aventura se nos explicarán tanto mecánicas como situaciones mediante texto en castellano y es relatada por Nuria Mediavilla. Cuenta con cinemáticas para presentar las partes más importantes, con una factura notable. La historia principal puede durar unas 20 horas, a la que podemos añadirle las misiones secundarias. La música está compuesta por Juan Ignacio Teruel Torres aportando un total 43 temas de diversos estilos musicales, que se adaptan muy bien a los entornos, temas melancólicos, algún que otro coro y, para los jefes, melodías épicas. Para las voces se ha optado por un idioma inventado, que han bautizado sus desarrolladores como Aeterniano.
Un juego Eterno
Aeterna presenta un mundo gigantesco, con unos niveles de calidad audiovisuales de triple A. Su jugabilidad es buenísima, aunque al ser tan complicadas sus secciones, a veces tenemos problemas con la respuesta. El juego es muy grande y aporta mucha variedad como desafíos tanto en combate como plataformeros. En este sentido me parece muy acertada la colocación de los puntos de control y que haya zonas donde morir no nos obligue a recuperar la experiencia. El juego es difícil, pero tiene esa magia de engancharnos hasta conseguir superarlo, algo que nos crea mucha satisfacción como jugadores. Aeterna Noctis es un juego indie que merece mucho la pena y más con su precio. Todo un regalo.
Análisis del juego gracias al código de descarga facilitado por Aeternum Game Studios.